Tag Archives: presidente

Gabriel García Márquez: El enigma de los dos Chávez

Carlos Andrés Pérez descendió al atardecer del avión que lo llevó de Davos, Suiza, y se sorprendió de ver en la plataforma al general Fernando Ochoa Antich, su ministro de Defensa. “¿Qué pasa?”, le preguntó intrigado. El ministro lo tranquilizó, con razones tan confiables, que el Presidente no fue al Palacio de Miraflores sino a la residencia presidencial de La Casona. Empezaba a dormirse cuando el mismo ministro de Defensa lo despertó por teléfono para informarle de un levantamientio militar en Maracay. Había entrado apenas en Miraflores cuando estallaron las primeras cargas de artillería.

Era el 4 de febrero de 1992. El coronel Hugo Chávez Frías, con su culto sacramental de las fechas históricas, comandaba el asalto desde su puesto de mando improvisado en el Museo Histórico de La Planicie. El Presidente comprendió entonces que su único recurso estaba en el apoyo popular, y se fue a los estudios de Venevisión para hablarle al país. Doce horas después el golpe militar estaba fracasado. Chávez se rindió, con la condición de que también a él le permitieran dirigirse al pueblo por la televisión. El joven coronel criollo, con la boina de paracaidista y su admirable facilidad de palabra, asumió la responsabilidad del movimiento. Pero su alocución fue un triunfo político. Cumplió dos años de cárcel hasta que fue amnistiado por el presidente Rafael Caldera. Sin embargo, muchos partidarios como no pocos enemigos han creído que el discurso de la derrota fue el primero de la campaña electoral que lo llevó a la presidencia de la República menos de nueve años después.
El presidente Hugo Chávez Frías me contaba esta historia en el avión de la Fuerza Aérea Venezolana que nos llevaba de La Habana a Caracas, hace dos semanas, a menos de quince días de su posesión como presidente constitucional de Venezuela por elección popular. Nos habíamos conocido tres días antes en La Habana, durante su reunión con los presidentes Castro y Pastrana, y lo primero que me impresionó fue el poder de su cuerpo de cemento armado. Tenía la cordialidad inmediata, y la gracia criolla de un venezolano puro. Ambos tratamos de vernos otra vez, pero no nos fue posible por culpa de ambos, así que nos fuimos juntos a Caracas para conversar de su vida y milagros en el avión.Fue una buena experiencia de reportero en reposo. A medida que me contaba su vida iba yo descubriendo una personalidad que no correspondía para nada con la imagen de déspota que teníamos formada a través de los medios. Era otro Chávez. ¿Cuál de los dos era el real?
El argumento duro en su contra durante la campaña había sido su pasado reciente de conspirador y golpista. Pero la historia de Venezuela ha digerido a más de cuatro. Empezando por Rómulo Betancourt, recordado con razón o sin ella como el padre de la democracia venezolana, que derribó a Isaías Medina Angarita, un antiguo militar demócrata que trataba de purgar a su país de los treintiséis años de Juan Vicente Gómez. A su sucesor, el novelista Rómulo Gallegos, lo derribó el general Marcos Pérez Jiménez, que se quedaría casi once años con todo el poder. Éste, a su vez, fue derribado por toda una generación de jóvenes demócratas que inauguró el período más largo de presidentes elegidos.
El golpe de febrero parece ser lo único que le ha salido mal al coronel Hugo Chávez Frías. Sin embargo, él lo ha visto por el lado positivo como un revés providencial. Es su manera de entender la buena suerte, o la inteligencia, o la intuición, o la astucia, o cualquiera cosa que sea el soplo mágico que ha regido sus actos desde que vino al mundo en Sabaneta, estado Barinas, el 28 de julio de 1954, bajo el signo del poder: Leo. Chávez, católico convencido, atribuye sus hados benéficos al escapulario de más de cien años que lleva desde niño, heredado de un bisabuelo materno, el coronel Pedro Pérez Delgado, que es uno de sus héroes tutelares.
Sus padres sobrevivían a duras penas con sueldos de maestros primarios, y él tuvo que ayudarlos desde los nueve años vendiendo dulces y frutas en una carretilla. A veces iba en burro a visitar a su abuela materna en Los Rastrojos, un pueblo vecino que les parecía una ciudad porque tenía una plantita eléctrica con dos horas de luz a prima noche, y una partera que lo recibió a él y a sus cuatro hermanos. Su madre quería que fuera cura, pero sólo llegó a monaguillo y tocaba las campanas con tanta gracia que todo el mundo lo reconocía por su repique. “Ese que toca es Hugo”, decían. Entre los libros de su madre encontró una enciclopedia providencial, cuyo primer capítulo lo sedujo de inmediato: Cómo triunfar en la vida.
Era en realidad un recetario de opciones, y él las intentó casi todas. Como pintor asombrado ante las láminas de Miguel Angel y David, se ganó el primer premio a los doce años en una exposición regional. Como músico se hizo indispensable en cumpleaños y serenatas con su maestría del cuatro y su buena voz. Como beisbolista llegó a ser un catcher de primera. La opción militar no estaba en la lista, ni a él se le habría ocurrido por su cuenta, hasta que le contaron que el mejor modo de llegar a las grandes ligas era ingresar en la academia militar de Barinas. Debió ser otro milagro del escapulario, porque aquel día empezaba el plan Andrés Bello, que permitía a los bachilleres de las escuelas militares ascender hasta el más alto nivel académico.
Estudiaba ciencias políticas, historia y marxismo al leninismo. Se apasionó por el estudio de la vida y la obra de Bolívar, su Leo mayor, cuyas proclamas aprendió de memoria. Pero su primer conflicto consciente con la política real fue la muerte de Allende en septiembre de 1973. Chávez no entendía. ¿Y por qué si los chilenos eligieron a Allende, ahora los militares chilenos van a darle un golpe? Poco después, el capitán de su compañía le asignó la tarea de vigilar a un hijo de José Vicente Rangel, a quien se creía comunista. “Fíjate las vueltas que da la vida”, me dice Chávez con una explosión de risa. “Ahora su papá es mi canciller”. Más irónico aún es que cuando se graduó recibió el sable de manos del presidente que veinte años después trataría de tumbar: Carlos Andrés Pérez.
“Además”, le dije, “usted estuvo a punto de matarlo”. “De ninguna manera”, protestó Chávez. “La idea era instalar una asamblea constituyente y volver a los cuarteles”. Desde el primer momento me había dado cuenta de que era un narrador natural. Un producto íntegro de la cultura popular venezolana, que es creativa y alborazada. Tiene un gran sentido del manejo del tiempo y una memoria con algo de sobrenatural, que le permite recitar de memoria poemas de Neruda o Whitman, y páginas enteras de Rómulo Gallegos.
Desde muy joven, por casualidad, descubrió que su bisabuelo no era un asesino de siete leguas, como decía su madre, sino un guerrero legendario de los tiempos de Juan Vicente Gómez. Fue tal el entusiasmo de Chávez, que decidió escribir un libro para purificar su memoria. Escudriñó archivos históricos y bibliotecas militares, y recorrió la región de pueblo en pueblo con un morral de historiador para reconstruir los itinerarios del bisabuelo por los testimonios de sus sobrevivientes. Desde entonces lo incorporó al altar de sus héroes y empezó a llevar el escapulario protector que había sido suyo.
Uno de aquellos días atravesó la frontera sin darse cuenta por el puente de Arauca, y el capitán colombiano que le registró el morral encontró motivos materiales para acusarlo de espía: llevaba una cámara fotográfica, una grabadora, papeles secretos, fotos de la región, un mapa militar con gráficos y dos pistolas de reglamento. Los documentos de identidad, como corresponde a un espía, podían ser falsos. La discusión se prolongó por varias horas en una oficina donde el único cuadro era un retrato de Bolívar a caballo. “Yo estaba ya casi rendido, -me dijo Chávez-, pues mientras más le explicaba menos me entendía”. Hasta que se le ocurrió la frase salvadora: “Mire mi capitán lo que es la vida: hace apenas un siglo éramos un mismo ejército, y ése que nos está mirando desde el cuadro era el jefe de nosotros dos. ¿Cómo puedo ser un espía?”. El capitán, conmovido, empezó a hablar maravillas de la Gran Colombia, y los dos terminaron esa noche bebiendo cerveza de ambos países en una cantina de Arauca. A la mañana siguiente, con un dolor de cabeza compartido, el capitán le devolvió a Chávez sus enseres de historiador y lo despidió con un abrazo en la mitad del puente internacional.
“De esa época me vino la idea concreta de que algo andaba mal en Venezuela”, dice Chávez. Lo habían designado en Oriente como comandante de un pelotón de trece soldados y un equipo de comunicaciones para liquidar los últimos reductos guerrilleros. Una noche de grandes lluvias le pidió refugio en el campamento un coronel de inteligencia con una patrulla de soldados y unos supuestos guerrilleros acabados de capturar, verdosos y en los puros huesos. Como a las diez de la noche, cuando Chávez empezaba a dormirse, oyó en el cuarto contiguo unos gritos desgarradores. “Era que los soldados estaban golpeando a los presos con bates de béisbol envueltos en trapos para que no les quedaran marcas”, contó Chávez. Indignado, le exigió al coronel que le entregara los presos o se fuera de allí, pues no podía aceptar que torturara a nadie en su comando. “Al día siguiente me amenazaron con un juicio militar por desobediencia, -contó Chávez- pero sólo me mantuvieron por un tiempo en observación”.
Pocos días después tuvo otra experiencia que rebasó las anteriores. Estaba comprando carne para su tropa cuando un helicóptero militar aterrizó en el patio del cuartel con un cargamento de soldados mal heridos en una emboscada guerrillera. Chávez cargó en brazos a un soldado que tenía varios balazos en el cuerpo. “No me deje morir, mi teniente”… le dijo aterrorizado. Apenas alcanzó a meterlo dentro de un carro. Otros siete murieron. Esa noche, desvelado en la hamaca, Chávez se preguntaba: “¿Para qué estoy yo aquí? Por un lado campesinos vestidos de militares torturaban a campesinos guerrilleros, y por el otro lado campesinos guerrilleros mataban a campesinos vestidos de verde. A estas alturas, cuando la guerra había terminado, ya no tenía sentido disparar un tiro contra nadie”. Y concluyó en el avión que nos llevaba a Caracas: “Ahí caí en mi primer conflicto existencial”.
Al día siguiente despertó convencido de que su destino era fundar un movimiento. Y lo hizo a los veintitrés años, con un nombre evidente: Ejército bolivariano del pueblo de Venezuela. Sus miembros fundadores: cinco soldados y él, con su grado de subteniente. “¿Con qué finalidad?” le pregunté. Muy sencillo, dijo él: “con la finalidad de prepararnos por si pasa algo”. Un año después, ya como oficial paracaidista en un batallón blindado de Maracay, empezó a conspirar en grande. Pero me aclaró que usaba la palabra conspiración sólo en su sentido figurado de convocar voluntades para una tarea común.
Esa era la situación el 17 de diciembre de 1982 cuando ocurrió un episodio inesperado que Chávez considera decisivo en su vida. Era ya capitán en el segundo regimiento de paracaidistas, y ayudante de oficial de inteligencia. Cuando menos lo esperaba, el comandante del regimiento, Ángel Manrique, lo comisionó para pronunciar un discurso ante mil doscientos hombres entre oficiales y tropa.
A la una de la tarde, reunido ya el batallón en el patio de fútbol, el maestro de ceremonias lo anunció. “¿Y el discurso?”, le preguntó el comandante del regimiento al verlo subir a la tribuna sin papel. “Yo no tengo discurso escrito”, le dijo Chávez. Y empezó a improvisar. Fue un discurso breve, inspirado en Bolívar y Martí, pero con una cosecha personal sobre la situación de presión e injusticia de América Latina transcurridos doscientos años de su independencia. Los oficiales, los suyos y los que no lo eran, lo oyeron impasibles. Entre ellos los capitanes Felipe Acosta Carle y Jesús Urdaneta Hernández, simpatizantes de su movimiento. El comandante de la guarnición, muy disgustado, lo recibió con un reproche para ser oído por todos:
“Chávez, usted parece un político”. “Entendido”, le replicó Chávez.
Felipe Acosta, que medía dos metros y no habían logrado someterlo diez contendores, se paró de frente al comandante, y le dijo: “Usted está equivocado, mi comandante. Chávez no es ningún político. Es un capitán de los de ahora, y cuando ustedes oyen lo que él dijo en su discurso se mean en los pantalones”.Entonces el coronel Manrique puso firmes a la tropa, y dijo: “Quiero que sepan que lo dicho por el capitán Chávez estaba autorizado por mí. Yo le di la orden de que dijera ese discurso, y todo lo que dijo, aunque no lo trajo escrito, me lo había contado ayer”. Hizo una pausa efectista, y concluyó con una orden terminante: “¡Que eso no salga de aquí!”.
Al final del acto, Chávez se fue a trotar con los capitanes Felipe Acosta y Jesús Urdaneta hacia el Samán del Guere, a diez kilómetros de distancia, y allí repitieron el juramento solemne de Simón Bolívar en el monte Aventino. “Al final, claro, le hice un cambio”, me dijo Chávez. En lugar de “cuando hayamos roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español”, dijeron: “Hasta que no rompamos las cadenas que nos oprimen y oprimen al pueblo por voluntad de los poderosos”.
Desde entonces, todos los oficiales que se incorporaban al movimiento secreto tenían que hacer ese juramento. La última vez fue durante la campaña electoral ante cien mil personas. Durante años hicieron congresos clandestinos cada vez más numerosos, con representantes militares de todo el país. “Durante dos días hacíamos reuniones en lugares escondidos, estudiando la situación del país, haciendo análisis, contactos con grupos civiles, amigos. “En diez años -me dijo Chávez- llegamos a hacer cinco congresos sin ser descubiertos”.
A estas alturas del diálogo, el Presidente rió con malicia, y reveló con una sonrisa de malicia: “Bueno, siempre hemos dicho que los primeros éramos tres. Pero ya podemos decir que en realidad había un cuarto hombre, cuya identidad ocultamos siempre para protegerlo, pues no fue descubierto el 4 de febrero y quedó activo en el Ejército y alcanzó el grado de coronel. Pero estamos en 1999 y ya podemos revelar que ese cuarto hombre está aquí con nosotros en este avión”. Señaló con el índice al cuarto hombre en un sillón apartado, y dijo: “¡El coronel Badull!”.
De acuerdo con la idea que el comandante Chávez tiene de su vida, el acontecimiento culminante fue El Caracazo, la sublevación popular que devastó a Caracas. Solía repetir: “Napoleón dijo que una batalla se decide en un segundo de inspiración del estratega”. A partir de ese pensamiento, Chávez desarrolló tres conceptos: uno, la hora histórica. El otro, el minuto estratégico. Y por fin, el segundo táctico. “Estábamos inquietos porque no queríamos irnos del Ejército”, decía Chávez. “Habíamos formado un movimiento, pero no teníamos claro para qué”. Sin embargo, el drama tremendo fue que lo que iba a ocurrir ocurrió y no estaban preparados. “Es decir -concluyó Chávez- que nos sorprendió el minuto estratégico”.
Se refería, desde luego, a la asonada popular del 27 de febrero de 1989: El Caracazo. Uno de los más sorprendidos fue él mismo. Carlos Andrés Pérez acababa de asumir la presidencia con una votación caudalosa y era inconcebible que en veinte días sucediera algo tan grave. “Yo iba a la universidad a un postgrado, la noche del 27, y entro en el fuerte Tiuna en busca de un amigo que me echara un poco de gasolina para llegar a la casa”, me contó Chávez minutos antes de aterrizar en Caracas. “Entonces veo que están sacando las tropas, y le pregunto a un coronel: ¿Para dónde van todos esos soldados? Porque que sacaban los de Logística que no están entrenados para el combate, ni menos para el combate en localidades. Eran reclutas asustados por el mismo fusil que llevaban. Así que le pregunto al coronel: ¿Para dónde va ese pocotón de gente? Y el coronel me dice: A la calle, a la calle. La orden que dieron fue esa: hay que parar la vaina como sea, y aquí vamos. Dios mío, ¿pero qué orden les dieron? Bueno Chávez, me contesta el coronel: la orden es que hay que parar esta vaina como sea. Y yo le digo: Pero mi coronel, usted se imagina lo que puede pasar. Y él me dice: Bueno, Chávez, es una orden y ya no hay nada qué hacer. Que sea lo que Dios quiera”.
Chávez dice que también él iba con mucha fiebre por un ataque de rubéola, y cuando encendió su carro vio un soldadito que venía corriendo con el casco caído, el fusil guindando y la munición desparramada. “Y entonces me paro y lo llamo”, dijo Chávez. “Y él se monta, todo nervioso, sudado, un muchachito de 18 años. Y yo le pregunto: Ajá, ¿y para dónde vas tú corriendo así? No, dijo él, es que me dejó el pelotón, y allí va mi teniente en el camión. Lléveme, mi mayor, lléveme. Y yo alcanzo el camión y le pregunto al que los lleva: ¿Para dónde van? Y él me dice: Yo no sé nada. Quién va a saber, imagínese”. Chávez toma aire y casi grita ahogándose en la angustia de aquella noche terrible: “Tú sabes, a los soldados tú los mandas para la calle, asustados, con un fusil, y quinientos cartuchos, y se los gastan todos. Barrían las calles a bala, barrían los cerros, los barrios populares. ¡Fue un desastre! Así fue: miles, y entre ellos Felipe Acosta”. “Y el instinto me dice que lo mandaron a matar”, dice Chávez. “Fue el minuto que esperábamos para actuar”. Dicho y hecho: desde aquel momento empezó a fraguarse el golpe que fracasó tres años después.
El avión aterrizó en Caracas a las tres de la mañana. Vi por la ventanilla la ciénaga de luces de aquella ciudad inolvidable donde viví tres años cruciales de Venezuela que lo fueron también para mi vida. El presidente se despidió con su abrazo caribe y una invitación implícita: “Nos vemos aquí el 2 de febrero”. Mientras se alejaba entre sus escoltas de militares condecorados y amigos de la primera hora, me estremeció la inspiración de que había viajado y conversado a gusto con dos hombres opuestos. Uno a quien la suerte empedernida le ofrecía la oportunidad de salvar a su país. Y el otro, un ilusionista, que podía pasar a la historia como un déspota más.
Publicado originalmente en la revista Cambio de Colombia en febrero de 1999

Leave a comment

Filed under América Latina, Blogroll

Andrés Sal.lari: Honduras ¿Golpe de Estado contra Barack Obama?

Una noticia me llamó mucho la atención este domingo, al llegar a mi puesto de trabajo para iniciar la crónica del retorno del depuesto presidente José Manuel Zelaya, un colega se apareció en mi chat y me pasó unas declaraciones que realizó el canciller impuesto por el gobierno de facto hondureño, Enrique Ortez Colindres, que decían lo siguiente.

“Dejad a los hondureños que resuelvan sus problemas. Ellos permiten lo que sea. Ya Estados Unidos no es el defensor de la democracia. En primer lugar, el presidente de la República, que lo respeto, el negrito, no conoce dónde queda Tegucigalpa. Nosotros somos los que conocemos dónde está Washington y somos los obligados como país pequeño, un pigmeo democrático, a aclararles las concepciones y a leerle, tal vez en su idioma, lo que está pasando”.

Lo que me pregunto es si Ortez habla solo.

Horas después, los colegas Cristina González y Hernán Cano entrevistan al sociólogo James Petras en la emisora YVKE Mundial de Caracas.

Petras no se plantea la discusión en los mismos términos que propongo en esta nota, él critica abiertamente a Obama por no romper relaciones con los golpistas, y por no imponer sanciones comerciales, pero me robo parte de sus declaraciones para utilizarlas en pro del interrogante que plantea esta nota.

Dice Petras: “Bueno, por lo menos veamos los indicadores concretos. Primero, el embajador norteamericano sigue allá. Segundo, los generales, mayores y coroneles estadounidenses estacionados en la base de Honduras siguen en contacto con los asesinos como si fuera una cosa rutinaria.”

Me vuelve la pregunta de antes.

¿Ortez habló solo?

Obama no habrá sido del todo tajante, pero el lunes 29 de junio dijo que el gobierno de Michelleti era ilegal y que el único presidente que reconocía EEUU era Zelaya.

¿Fue una declaración de condena real o una actuación para las cámaras?

No estoy seguro, pero al día siguiente las agencias internacionales informaron que Estados Unidos había decidido suspender sus actividades militares conjuntas con Honduras como medida de presión tras el golpe de Estado.

Esta noticia era interesante, pero al día siguiente el periodista Walter Martínez informó en su programa Dossier -que transmiten Venezolana de Televisión y Telesur- en Venezuela, que esta orden había sido desacatada.

Eso fue el miércoles posterior al golpe del domingo 28 de junio. Cuatro días después leí declaraciones de otro periodista venezolano -quien fue vicepresidente de Chávez- y que suele tener muy buena información.

Rebotada por la Agencia Bolivariana de Información, la noticia era la siguiente:

“El periodista José Vicente Rangel denunció este domingo que en Honduras actuaron dos líneas políticas de Estados Unidos antes de que se fraguara el golpe de Estado contra el presidente constitucional de ese país, Manuel Zelaya.

‘En Honduras se hicieron presentes dos niveles de la política del gobierno norteamericano, una proveniente de la Casa Blanca y otra de la maquinaria que dejó montada la administración de George W. Bush a través de la base militar implantada en la población hondureña de Palmarola’, sostuvo.

Rangel explicó que las razón es que en la madrugada del domingo 28 de junio dos importantes funcionarios del Departamento de Estado, James Steimberg y Tom Shannon, contactaron la embajada estadounidense en Tegucigalpa y la base militar que tiene ese país en la población hondureña de Palmarola para advertir del golpe y disuadir cualquier intento de apoyo.

‘En Honduras operaría, además del Departamento de Estado, la línea del Pentágono a través de la base militar cuyo jefe, el general Douglas Fraser, días antes del golpe en ese país hizo declaraciones contra el presidente (Hugo) Chávez, las cuales asumió de inmediato el gobierno usurpador de (Roberto) Micheletti’, comentó Rangel.

Indicó que fue por esa situación que el embajador estadounidense, Hugo Llórens, se vio forzado a pronunciarse en contra de lo ocurrido, con reservas al principio y luego en forma más categórica.”

Otra vez la pregunta. ¿Por boca de quién habló Cortez?

Robert Gates es el secretario de Defensa de Estados Unidos, Obama le mantuvo el puesto que su antecesor George W. Bush le había confiado en 2006. Su función clave es vencer en la guerra de ocupación en Afganistán y Pakistán, para lo que la administración de Obama está dispuesta a seguir bombardeando indiscriminadamente a sus pueblos, como ya lo ha demostrado.

En octubre de 2007, Gates declaró desde El Salvador que Chávez “es una amenaza para la libertad y prosperidad económica de los venezolanos.”

Durante la década del ’80, Gates fue el subdirector de la CIA, la época en la que Honduras era una base de operaciones para la inteligencia estadounidense, que mantenía una guerra de alta intensidad para derrocar a los sandinistas en Nicaragua.

La presencia estadounidense (con base y 600 soldados hasta hoy) en Honduras permanece, y dudo mucho que los contactos entre los militares de ambos países y Gates puedan haber desparecido. También es imposible pensar que Gates no esté congratulado con el golpe de Estado que afecta al ALBA y a Chávez directamente.

Una vez más la pregunta. ¿Habló solo Cortez?

Repito y repito esta pregunta porque esa declaración racista e irrespetuosa es prácticamente inédita en la historia golpista del continente, y que no surjan represalias más llamativo aún.

Petras confirma que “los generales, mayores y coroneles estadounidenses estacionados en la base de Honduras siguen en contacto con los asesinos como si fuera una cosa rutinaria.”

Walter Martínez informa que la orden de suspender la ayuda militar fue desoída y Rangel revela que diplomáticos de Obama debieron llamar a Tegucigalpa para que EEUU quedé despegado del golpe, y que el embajador Llórens se vio “forzado” a declarar contra la intentona.

Todo parecería indicar que hay un doble poder, tal vez el embajador Llórens, el Pentágono y probablemente el secretario Gates, estén de acuerdo en que Obama “es un negrito que no sabe dónde queda Tegucigalpa” y en que “Estados Unidos ya no es el defensor de la democracia” y “permite lo que sea”.

Tal vez alguna línea de poder le transmitió a Cortez la seguridad necesaria, o la luz verde para que se dirigiera al Presidente de Estados Unidos en esos términos sin el temor a sufrir la represalia correspondiente, que yo pensaría que es el derrocamiento del gobierno golpista.

Por qué no podría concluir esto este periodista, si esta idea acerca de Obama es la que promueve todo el tiempo Richard Cheney, el ex vicepresidente de Bush, que permanentemente declara los mismos conceptos que Cortez con diferentes palabras. Y Gates era uno de los principales funcionarios de Bush y Cheney.

Es cierto que Obama sigue atacando Afganistán y Pakistán, pero no sé si podría dejar de hacerlo sin ser derrocado. Es cierto que mantuvo a Gates, y todo pareciera indicar que podría haberlo removido sin que esto le represente represalias, pero no me animaría a afirmarlo de manera tajante.

También es cierto que algunas cuestiones cambiaron en materia de política exterior estadounidense y eso puede tener muy molestos a muchos ultraconservadores acostumbrados a detentar el poder en Washington. De hecho lo tiene muy molesto a Cheney, y entonces me permito pensar que para el viejo lobo de operaciones de inteligencia y desestabilización de la guerra fría, Robert Gates, tampoco le caerá bien el negrito.

Pareciera ser que esto mismo es lo que piensa la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, quien en la madrugada del pasado domingo declaró lo siguiente en la Asamblea Extraordinaria de la OEA en Washington.

Cristina es una mujer inteligente, recomiendo prestarle atención:

“Creo también, esto corre por cuenta exclusivamente de quien habla, que también hay aquí atrás otros intereses, intereses que tal vez quieran torcer el rumbo que ha comenzado a tomar el conjunto de la América como por ejemplo en Trinidad y Tobago (Cumbre de las Américas) donde pudimos volver a dialogar y a intentar tener una relación diferente. Yo no soy ingenua y creo que no solamente el ataque es a Ud. presidente Zelaya, o a la República de Honduras, tal vez hay una estrategia más fina, mas profunda que no solamente involucra a quienes tal vez en su país quieren seguir con un modo de no redistribución del ingreso, etc etc.

Creo que también se intenta frustrar una política diferente para el conjunto de América para el conjunto de todos países que conformamos América. Pensémoslo. ¡Qué curioso!, durante los últimos 8 años no se habían registrado, salvo el episodio de Venezuela, casos similares. Cambia la administración del país más poderoso del mundo en el cual estamos aquí, con una nueva tónica a la que todos aspiramos como cambio y comienzan a suceder cosas como estas que pareciera ser que retroceden o ponen el tela de juicio los avances que hemos comenzado a tener a partir de un cambio de administración que ha sembrado mucha esperanza, no solamente en América, sino en el mundo en la necesidad de cambiar.

Sin visiones conspirativas pero con la inteligencia que todos tenemos la obligación de tener al mirar los hechos, no solamente en el lugar que se producen y por las apariencias que presentan, creo que estamos todos obligados a tener una gran dosis de racionalidad, una gran dosis de inteligencia para entender las cosas que están en juego a partir de lo que ha sucedido en Honduras.

Restituir entonces las cosas a su lugar no va a ser solamente un acto de justicia con el pueblo de Honduras y con el respeto estricto a los Derechos Humanos sino también la posibilidad de continuar y profundizar un cambio que comenzó a partir de Trinidad y Tobago, de la derogación de la hermana Republica de Cuba y de un aire diferente que se empezó a respirar en toda la América”.

El director de Human Rights Watch, el chileno José Miguel Vivanco, declaró el fin de semana que la solución a la crisis de Honduras depende de la administración del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ya que, si va a fondo, el gobierno de facto “no resiste más que unas horas”.

Obama también es un hombre muy inteligente, yo no me animo a asegurar qué es lo que quiere y/o qué es lo que puede hacer, pero el envalentonamiento racista de Cortez, y la nula represalia de Washington, sumado al silencio de Llórens, me sigue revoloteando en la cabeza.

¿Habrá sido este un golpe de Estado contra el negrito?

Fuente: Argenpress

Leave a comment

Filed under Blogroll

Alejandro Teitelbaum: Abrumador rechazo popular a la Europa del gran capital

En las elecciones para el Parlamento Europeo del 7 de junio se ha registrado la tasa de abstención más elevada desde 1979. Desde esa fecha, en que la abstención fue del 40%, ésta no ha cesado de aumentar hasta alcanzar el 7 de junio casi el 60% como media europea. Desde el 80% en Eslovaquia y el 73% en Polonia y en Rumania hasta una baja tasa de abstención en los países donde el voto es obligatorio, pasando por el 60% en Francia y el 58% en Alemania.

La clase política europea pretende ignorar este claro mensaje de los pueblos que no quieren una Unión Europea tal como existe actualmente.

Ha sido, sin duda alguna, un claro rechazo a la Europa ultraliberal al servicio del gran capital, encarnada en las instituciones y en la práctica de la Unión Europea.

I. Las instituciones de la Unión Europea

Las tres instituciones principales de la Unión Europea son el Consejo de la Unión Europea, la Comisión y el Parlamento. Los miembros de este último son elegidos por el voto directo de los ciudadanos de los Estados Miembros.

1.El Consejo de la Unión Europea (antes Consejo de Ministros) está constituído por los primeros ministros o Jefes de Gobierno de los Estados Miembros de la Unión Europea. Sólo en algunas ocasiones participan en las reuniones los primeros ministros o jefes de Gobierno, pues a sus reuniones periódicas asiste el ministro correspondiente de cada uno de los gobiernos según sea el tema a tratar (en temas de agricultura, asistirán los ministros de agricultura, etc).

El Consejo toma sus decisiones, según establezcan los Tratados, por unanimidad, por mayoría cualificada : se asigna a cada Estado miembro un número de votos (voto ponderado), que es la forma en la que se toman las decisiones más importantes, y por mayoría simple para las decisiones de procedimiento.

2. El Parlamento, elegido por el voto directo de los ciudadanos, no tiene sin embargo el poder de iniciativa en materia legislativa, que corresponde en lo esencial a la Comisión Europea.

3. La Comisión Europea es algo así como el Poder ejecutivo de la Unión Europea, aunque también con amplias facultades legislativas (directrices, reglamentos y decisiones) espacio en el que tiene la iniciativa en las cuestiones fundamentales.

El Consejo de la Unión Europea designa, por mayoría calificada, al Presidente de la Comisión Europea y dicha designación se somete a la aprobación del Parlamento Europeo. El Presidente designado de la Comisión nombra, en consulta con el Consejo de Ministros , a los 27 Comisarios que componen la Comisión (uno por cada Estado Miembro). El conjunto de los miembros de la Comisión recibe la aprobación del Parlamento por mayoría simple, tras una serie de comparecencias de cada comisario ante las diferentes comisiones parlamentarias competentes. Al final de este proceso el Consejo de Ministros nombra a la Comisión en su conjunto, por mayoría calificada.

La función principal de la Comisión consiste en proponer y poner en práctica las políticas de la Unión Europea, vigilar la aplicación de los tratados europeos y tiene el quasi monopolio del derecho de iniciativa en el llamado « primer pilar » de la Unión Europea, que son sobre todo los temas económicos básicos, lo que le permite pesar en las decisiones del Parlamento y del Consejo de Ministros. Incluso el artículo 250 del Tratado Constitutivo de la Unión Europea requiere un voto unánime para que el Consejo de Ministros modifique una propuesta de la Comisión.

Pero, como pequeña compensación, el Parlamento y el Consejo de Ministros pueden pedir a la Comisión que adopte normas en alguna materia.

En los llamados segundo y tercer pilar la Comisión comparte el derecho de iniciativa con el Consejo de Ministros.

Existe el procedimiento de codecisión (Comisión, Consejo y Parlamento) pero en los hechos quien orienta la política de la Unión Europea es la Comisión, por razones institucionales y también porque las tendencias neoliberales y privatizadoras son compartidas por los Gobiernos conservadores, socialistas y de coalición conservadores-socialistas de los países de la Unión Europea, que entre ambos tienen el control total de las instituciones europeas.

Prueba de ello es que desde que se introdujo el procedimiento de codecisión en 1995, el Parlamento rechazó hasta 2004 dos proyectos sobre 420. Los 418 restantes se aprobaron en primera o en segunda lectura o después de un procedimiento de conciliación.

Así es como la política de la Unión Europea es consecuentemente ultraliberal y al servicio del gran capital y su ejecutante es la Comisión Europea.

El Proyecto de Tratado Constitucional europeo, destinado a dar jerarquía constitucional a la política neoliberal dominante en Europa, fue preparado por una asamblea de personas cooptadas y el texto definitivo del proyecto fue aprobado por los jefes de Estado y de Gobierno. No hubo participación de los ciudadanos, salvo en los países donde se decidió someter el texto a referendo, para su rechazo o aprobación. Para su entrada en vigor el proyecto requería la aprobación unánime de los Estados miembros. Pero en los referendos celebrados en Francia y Holanda fue rechazado por la mayoría de los votantes, de modo que el proyecto quedó archivado.

El Proyecto no proporcionaba respuesta alguna a los problemas sociales que se plantean actualmente en Europa : al amparo de la « libre circulación de mercancías, servicios, industrias, personas y capitales » la formación de enclaves industriales modernos en los países pobres del Este de Europa con salarios entre 5 y 10 veces inferiores a los de los países ricos del Oeste, la persistencia de una alta tasa de desocupación en esos mismos países y, como contrapartida, la caída de los salarios, el deterioro de los derechos laborales y el aumento de la jornada de trabajo y de la desocupación en los países más desarrollados del continente europeo.

Si hubiera entrado en vigor, para su ulterior reforma hubiera necesitado el acuerdo unánime de todos los Estados miembros, de modo que su enfoque neoliberal y antisocial hubiera resultado prácticamente inmodificable.

Después del rechazo del proyecto de Constitución Europea se elaboró un nuevo texto que firmaron los Gobiernos europeos en Lisboa el 13 de diciembre de 2007.

Para evitar los tropiezos sufridos por el Proyecto de Constitución en los países donde hubo referendos, esta vez todos los Gobiernos evitaron la consulta popular y el Tratado de Lisboa fue aprobado en todos los países por vía parlamentaria, salvo en Irlanda donde se sometió a referendo (porque asi lo dispone la Constitución) y fue rechazado.

La entrada en vigor del Tratado (que requiere la aprobación unánime de los Estados Miembros) estaba prevista para el primero de enero de 2009, pero debió postergarse a causa del rechazo de Irlanda, que, en principio, convocará a un nuevo referendo, previsto para el segundo semestre de 2009.

Salvo algunos cambios institucionales positivos (aumento de algunas prerrogativas, más bien formales, del Parlamento Europeo, resguardo en algunos aspectos de las facultades soberanas de los Estados nacionales), el Tratado de Lisboa no modifica la orientación prevaleciente de la normatividad europea vigente (Tratado instituyendo la Comunidad Europea, Roma 1957 y Tratado de la Unión Europea, Maastrich, 1993) y de la práctica de las instituciones europeas, poco democráticas y al servicio del gran capital.

II. La Unión Europea en la práctica.

1. Privatización de los servicios públicos.

Con sus directivas, la Comisión Europea, que trabaja en equipo con la Mesa Redonda de los Industriales Europeos – ERT (las transnacionales Volvo, Olivetti, Siemens, Unilever y otras), ha impulsado la privatización de las industrias más dinámicas y rentables, como las telecomunicaciones y las comunicaciones electrónicas y de numerosos servicios públicos, como el gas, la electricidad y el correo (privatizaciones ratificadas por el Parlamento Europeo).

La ideología subyacente de estas políticas está explicada en un documento de la Comisión Europea: “la participación activa de las industrias de servicios en las negociaciones es crucial para permitirnos alinear nuestros objetivos de negociación con las prioridades de las empresas. El AGCS (Acuerdo general sobre el comercio de servicios -OMC) no es solamente un acuerdo entre gobiernos. Es ante todo un instrumento en beneficio del mundo de los negocios”.

Con esta concepción se han privatizado la mayor parte de los servicios de provisión de agua potable y de saneamiento y están en la línea de mira la salud y la educación.

Más allá del círculo relativamente estrecho de la Mesa Redonda de los Industriales Europeos, las grandes empresas transnacionales europeas, agrupadas en la UNICE -Unión de las Confederaciones Industriales y de Empleadores de Europa- controlan estrechamente a la Comisión europea y los 39 miembros de la organización patronal mantienen representaciones permanentes en Bruselas y un verdadero ejército de « lobbystas » para influir sobre las decisiones de la Comisión. Veamos qué dice la UNICE de sí misma :

La UNICE es la voz del mundo de los negocios ante las instituciones de la Unión Europea. Sus 39 miembros son las organizaciones industriales multisectoriales y las organizaciones de empleadores de 31 países europeos y representa más de 16 millones de empresas, sobre todo pequeñas y medianas. La UNICE es también un interlocutor en el diálogo social europeo a nivel de la Unión Europea. La tarea principal de la UNICE es informar e influenciar los procesos de decisión en la Unión Europea, a fin de que las políticas y las propuestas legislativas con un efecto sobre la actividad económica en Europa tengan en cuenta las necesidades de las empresas. La primera prioridad de la UNICE es promover la competencia en el medio económico y la inversión a escala europea , el único camino para alcanzar un desarrollo más elevado y un empleo duradero. El mundo de los negocios necesita una Comisión eficaz. (http://www.unice.org/ Le porte-parole des entreprises en Europe).

2. Otros aspectos de la práctica de la Unión Europea.

a) Industria de armamentos.

En 2004 la Comisión Europea publicó un “Libro verde” titulado “Los contratos públicos de la defensa”en la perspectiva de abrir a la “libre competencia” la compra de material militar.

El 7 de diciembre de 2006 la Comisión emitió nuevas directrices tendientes a limitar las excepciones a la «libre competencia» en materia de contratos con la industria militar, con el propósito proclamado de continuar «liberalizando » dicho sector.

Esta presión a favor de la liberalización del sector vendría de los mismos industriales del armamento.

¿Quiénes son estos industriales del armamento?El diario Le Monde del 14 de julio de 2005 (Les fonds américains irriguent l’industrie de défense européenne) informaba que poderosos fondos de inversión americanos, Blackstone, KKR, One Equity Partner entre otros, están tomando el control de sectores de la industria europea vinculadas a la defensa: QinetiQ, Bofors Weapons, Gemplus…

b) Pluralismo en los medios de comunicación.

Como respuesta a la preocupación expresada en diversas ocasiones por miembros del Parlamento Europeo y por algunas ONG de que la concentración en la propiedad de medios de comunicación en algunos países de la UE da lugar a un “enorme poder de creación de opinión pública” y excluye los puntos de vista alternativos, la Comisión Europea, en un informe de enero de 2007, sostuvo que la tendencia a la concentración en la propiedad de los medios de comunicación y la entrada de grandes grupos internacionales en el mercado comunitario no implica necesariamente una reducción en el pluralismo informativo.

Agregaba la Comisión que el hecho de que propietarios extranjeros tengan un papel importante en algunos mercados no supone necesariamente “una amenaza al pluralismo de los medios”.

c) OGM.

La Comisión Europea puso fin a la moratoria resuelta en 1998 para todos los OGM y comenzó a autorizar algunos transgénicos. Así, en mayo de 2004 autorizó la importación del maíz dulce OGM Bt 11 destinado a la alimentación humana, a pesar de la oposición de la mayoría de los Estados europeos y desde setiembre de 2004 la misma Comisión agregó 31 variedades de maíz transgénico Monsanto MON810 al catálogo común de semillas de la Unión Europea.

Un documento de Amigos de la Tierra y Greenpeace cita informes científicos que mantuvo secretos la Comisión Europea, para demostrar que ésta, mientras por un lado se apoya en dichos informes para invocar las incertidumbres existentes sobre las consecuencias de los OGM para el medio ambiente y la salud en el litigio comercial que opone Argentina, Canadá y Estados Unidos a la Unión Europea en la Organización Mundial de Comercio, por otro lado, para autorizar la introducción de transgénicos en Europa, adopta la posición contraria y se basa en los informes y evaluaciones favorables a los OGM de la transnacional Monsanto. El documento de las dos organizaciones concluye que “la Comisión Europea más bien favorece los intereses de las industrias biotecnológicas que la protección del medio ambiente y de la salud humana”.

d) Biocarburantes.

Pese a los reconocidas consecuencias nefastas de la producción de biocarburantes sobre el precio de los alimentos y sus efectos prácticamente nulos contra la contaminación ambiental, la Comisión, el Consejo de Ministros y el Parlamento europeos han aprobado resoluciones relativas al fomento del uso de biocarburantes.

Excepcionalmente se levantan voces entre los diputados de los grupos mayoritarios (Partidos socialistas y conservadores) para tratar de modificar algún aspecto de las políticas de la Unión Europea. Por ejemplo algunos diputados están pidiendo una revisión en la política de promoción de los biocarburantes.

En abril de este año, el Parlamento Europeo logró rechazar definitivamente la directiva del Consejo de Ministros de la Unión Europea de junio de 2008 que mantenía la jornada laboral de 48 horas, pero autorizaba a que en virtud de acuerdos individuales entre empresarios y trabajadores, se pudiera aumentar la jornada laboral hasta 60 horas semanales, calculadas como media durante un periodo de 3 meses, e incluso hasta 65 horas en el caso de guardias médicas. Según esa directiva , se podrían incluso superar las 60 y las 65 horas semanales de trabajo en el caso de un acuerdo entre los interlocutores sociales o si así lo establece el convenio colectivo. No sería sorprendente que la Comisión y/o el Consejo reintroduzcan bajo otra forma esta directiva para autorizar el aumento de la jornada laboral en Europa.

e) Políticas neocolonialistas en Europa del Este, en Africa y en América Latina.

En un estudio de la Oficina Internacional del Trabajo de febrero de 2007 se sostiene que la flexibilidad laboral en los nuevos países miembros de la Unión Europea es extrema en ciertos casos, aumentando el costo social de su adhesión.

Alli se dice:

A casi un año de su ingreso a la UE, la evaluación de las condiciones de trabajo en los diez nuevos socios comunitarios muestra que éstas han sufrido un retroceso bajo la presión por ganar competitividad.

Entre las formas de flexibilidad laboral más frecuentes en esos países están los contratos temporales, el aumento del tiempo de trabajo y el recurso a contratos múltiples con el mismo empleado, uno para regular su trabajo habitual, otro que se aplica a sus horas suplementarias, entre otros casos.

Los resultados que se registran a un año de la ampliación de la UE – que se concretó el 1º de mayo de 2004 – indican que los antiguos miembros de la Unión Europea “han sido los que más se han beneficiado” con la entrada de los diez nuevos socios.

El editor del estudio, Daniel Vaughan-Whitehad, declaró: “Han ganado las empresas multinacionales, la mayoría de ellas francesas y alemanas, que se han instalado en varios países de Europa del Este” y que pueden mover sus capitales con mayor facilidad

La Unión Europea ha negociado una serie de acuerdos regionales de asociación económica, llamados EPA por sus siglas en inglés, con países pobres. Entre ellos los convenios de preferencias comerciales recíprocas en el marco del llamado Pacto de Cotonu, entre la UE y el grupo de 77 países que fueron enclaves coloniales europeos en África, el Caribe y el Pacífico (ACP). La UE, en sus propuestas de acuerdos comerciales, exige a los países del Sur que abran sus mercados a las empresas europeas, amenazando así empleos, industrias y servicios públicos en las naciones más pobres.

En cuanto a América Latina y el Caribe, la Declaración Final de la Cumbre social de los pueblos, Enlazando Alternativas realizada en Lima del 13 al 16 de mayo de 2008, decía entre otras cosas:

…rechazamos el proyecto de Acuerdos de Asociación propuesto por la Unión Europea y avalado por diversos gobiernos latinoamericanos y caribeños que solo buscan profundizar y perpetuar el actual sistema de dominación que tanto daño a hecho a nuestros pueblos. La estrategia de la Unión Europea “Europa Global : Competir en el mundo”, supone la profundización de las políticas de competitividad y crecimiento económico que buscan implementar la agenda de sus transnacionales y profundizar las políticas neoliberales, incompatibles con el discurso sobre el cambio climático, la reducción de la pobreza y la cohesión social. A pesar de que se pretende velar su naturaleza incorporando temas de cooperación y diálogo político, la esencia de la propuesta es abrir los mercados de capitales, bienes y servicios, proteger la inversión extranjera y reducir la capacidad del Estado de promover el desarrollo económico y social”.

En conclusión, la Unión Europea es profundamente antisocial (con 20 millones de desocupados y donde las desigualdades no cesan de profundizarse), atlantista y belicista (participación en la guerra del Golfo y en las agresiones contra Yugoslavia, Irak y Afganistán) a las antípodas de lo que tendría que ser: una potencia independiente y pacífica en el concierto mundial, democrática y social y dispuesta a establecer relaciones mutuamente ventajosas y en un pie de igualdad con otras regiones y países.

No es de extrañar entonces que la abstención haya sido ampliamente mayoritaria en todos los países europeos en las elecciones del 7 de junio.

Los pueblos europeos tienen conciencia de que la Unión Europea no representa sus intereses y que los Gobiernos que la integran (de derecha y socialistas) evitan cuidadosamente una verdadera democratización de sus instituciones y un giro hacia políticas sociales. Aunque tratan de reconquistar a la opinión pública con algunas reformas gatopardistas luego de cada rechazo popular en las urnas, cada vez más contundentes.

Las elecciones del 7 de junio fueron una tentativa de legitimar a través del sufragio popular esas orientaciones reaccionarias. Los Partidos Socialistas europeos entraron en el juego (puesto que participan en él compartiendo las instituciones europeas con la derecha mayoritaria). Entre ellos ni siquiera se pusieron de acuerdo para tratar de sacar al ultraliberal Barroso de la Presidencia de la Comisión Europea, cuya continuación en el cargo apoyan los “socialistas” Rodríguez Zapatero de España, Gordon Brown de Gran Bretaña y José Sócrates de Portugal.

Pero lamentablemente también entraron en el juego partidos de izquierda que se proclaman anticapitalistas. Sólo algunos grupos independientes denunciaron la trampa y llamaron a la abstención.

Una vez más los pueblos europeos, mayoritariamente y contra la partidocracia de todos los colores, le negaron legitimidad a la Unión Europea y a sus políticas ultraliberales.

Los representantes de los partidos más votados han hablado con todo cinismo de “victoria” porque han obtenido, por ejemplo en Francia el partido de Sarkozy, el 28% de los votos, es decir el apoyo del 11,2% de los electores potenciales.

Y los ciudadanos que han concurrido a las urnas han preferido mayoritariamente, en materia de política neoliberal, el original, encarnado por los partidos conservadores, que la copia, representada por los partidos socialistas en plena descomposición. Como ha sido el caso en Alemania, Francia, Gran Bretaña y España.

En ese contexto, la izquierda ha obtenido resultados insignificantes, a causa de su incapacidad de ofrecer una verdadera alternativa socialista al capitalismo en crisis profunda.

En Europa hay una verdadera crisis de legitimidad y de representatividad políticas, que dada la disgregación de la socialdemocracia y el fracaso de la izquierda, deja la puerta abierta a giros hacia una mayor derechización y al autoritarismo, como está ocurriendo con el sarkozismo en Francia y también en Italia, donde los fascistas forman parte del partido de Berlusconi en el Gobierno.

O a la instalación de regímenes de extrema derecha, hipótesis que no se puede descartar a la vista de los buenos resultados de los partidos de esa ideología en algunos países como Holanda y Austria., aunque en el marco de una alta tasa de abstención, del orden del 65%.

Fuente: ARGENPRESS

Leave a comment

Filed under economy, Europe, Politics

Juan Diego García: La batalla de Bolivia

El abrumador respaldo otorgado a Evo Morales por el pueblo de Bolivia en el pasado referendo (más del 67%), superior inclusive al porcentaje que lo eligió presidente y con incrementos muy significativos en las regiones separatistas bajo el control de la derecha, despeja muchas dudas. Pero los apoyos alcanzados por los Prefectos rebeldes, desconociendo los resultados que le son adversos y sobre todo llamando abiertamente a la intervención militar y la guerra civil arrojan enormes sombras sobre el panorama inmediato de este país andino.

Resulta sintomático que mientras el gobierno central se ha mantenido escrupulosamente dentro de las reglas del juego democrático, la oposición ha traspasado la línea de la legalidad una y otra vez, en plena armonía con las tácticas clásicas del golpe de estado. La derecha ha saboteado la redacción de la nueva constitución (sin éxito), ha promovido referendos separatistas ilegales y violenta sistemáticamente la voluntad de la ciudadanía mediante el terror en las calles. Perdido el gobierno central conserva sin embargo un enorme poder pues controla aún los resortes principales de la economía (bancos, fábricas, grandes comercios y sobre todo el latifundio) y posee casi un monopolio completo de los medios de comunicación mediante los cuales adelanta las típicas campañas de desinformación, manipulación y siembra de zozobra entre la población. Además, gobierna en algunas regiones (las más ricas).

Los gobiernos progresistas del área apoyan a Morales, no solo porque comparten en líneas generales la orientación social de su programa y adhieren al espíritu nacionalista de sus medidas sino también –y en no
poca medida- porque todos temen las tendencias separatistas que bien podrían fomentar fenómenos similares en sus propios países. Sobre todo cuando esos movimientos contrarios a la unidad nacional están promovidos y financiados desde el exterior por gobiernos metropolitanos y compañías multinacionales, ambos muy afectados por su pérdida de influencia en la zona.

El mayor temor de la derecha es que se apruebe la nueva constitución. En particular, se destaca la oposición cerrada del gremio terrateniente que teme una reforma agraria integral que socave los fundamentos de su misma existencia. Pero también se oponen los demás sectores del gran capital que tanto se han beneficiado de las anteriores políticas neoliberales. En su empeño están respaldados abiertamente por la embajada de Estados Unidos que conspira sin ninguna discreción, financia con generosidad sus iniciativas y apoya políticamente a la derecha en su intento por derrocar a Morales.

Con el presidente está la gran mayoría del pueblo, a juzgar por las votaciones recientes. Evo cuenta por ahora con un capitalismo de estado aún de modestas dimensiones, fruto entre otras cosas de las nuevas medidas de control de las multinacionales; ha tenido el respaldo de las fuerzas armadas (que no es poco) y parece confiar no solo en el nacionalismo de los militares sino también en su misma extracción étnica y de clase. La derecha, en cambio, sabe que es minoritaria y ni siquiera los buenos resultados en algunas regiones le dan suficientes garantías. De hecho, la participación en los llamados referendos autonómicos fue bastante lánguida, introduciendo grandes dudas sobre el supuesto apoyo abrumador que la derecha alega poseer. ¿Hubieran sido reelectos los prefectos separatistas si en sus localidades las elecciones hubiesen sido realizadas con plena libertad y sin el terror implantado por las bandas fascistas de las “juventudes cruceñas” contra los partidarios de Morales ?.

Pero su falta de respaldo lo compensa sobradamente la derecha con su poder económico, su control mediático y la esperanza –nunca perdida- de un golpe militar que venga a salvarla. Si Morales consigue empezar a reformar radicalmente la tenencia de la tierra (para lo que es indispensable el respaldo del ejército y la policía) desatará un proceso social imparable que dará al traste con la parte más agresiva de la oposición y debilitará mucho las tendencias separatistas. Además, el presidente boliviano tiene margen para negociar con las regiones el reparto de los beneficios de los recursos naturales quitando así a los separatistas su bandera más preciada. El gobierno central no puede tolerar sin embargo que grupos de matones se apoderen de las calles, humillen en la plaza pública a los representantes de los indígenas (un espectáculo de racismo transmitido al mundo por la televisión), impidan a las autoridades hacerse presentes en las zonas rebeldes y apaleen delante de las cámaras al jefe de la policía de Santa Cruz, sin consecuencias (al menos que se sepa). Que un latifundista gringo se permita el lujo de echar de su propiedad (a tiro limpio) al ministro boliviano de la reforma agraria, parece la gota que colma el vaso.

La batalla de Bolivia demuestra que, al menos en estos pagos, no basta con tener razón; no es suficiente contar con toda la legitimidad y moverse dentro de unas leyes que, entre otras cosas, no creó el pueblo sino esa misma burguesía levantisca, racista y belicosa que ahora las desconoce y viola con la mayor impunidad.

La batalla de Bolivia remite nuevamente al debate sobre las posibilidades reales de un régimen democrático burgués en países en los cuales aún dentro del capitalismo parece imposible realizar reformas y abolir privilegios aberrantes. Unas clases dominantes cuyo principal objetivo es vegetar en la incuria, expoliar a las mayorías y parasitar a la sombra de sus protectores imperialistas se acomodan bastante bien a proyectos como el neoliberal pero por la misma razón se sienten amenazadas por procesos de desarrollismo y nacionalismo y – como no podía ser de otra manera- se aterrorizan ante la perspectiva de un cambio de orden social que las obligue a trabajar, a ser útiles y productivas, a practicar aunque sea por una vez en su existencia el ideal calvinista que se supone condición indispensable para generar el capitalismo.

Evo Morales tendrá que jugar a fondo sus cartas si quiere retomar la dirección del proceso. Tiene al pueblo consigo; tiene el apoyo de los pueblos vecinos y la simpatía de muchos gobiernos latinoamericanos; tiene, por ahora, no solo las armas de la ley sino las armas mismas que puede y debe usar en defensa de los intereses mayoritarios de la población. En la batalla de Bolivia parece que el pueblo ya ha manifestado claramente su decisión de ir hasta el final. Ahora, Morales y su gobierno no pueden ser inferiores a tanta generosidad y entrega, no pueden defraudar las ilusiones de tantos millones de gentes que han puesto en ellos la responsabilidad de dirigir no solo la batalla presente sino las muchas que depara el futuro y que el
pueblo no se puede dar el lujo de perder.

Argenpress

1 Comment

Filed under Blogroll, Politics

Clara Chaguay Alvarado: Correa ve en la iglesia a su nueva oposición

El presidente de la República, Rafael Correa, alerta sobre la conformación de un nuevo frente político contra su gobierno, fincado en la Iglesia católica, con el argumento de que la nueva Constitución aprobada el jueves anterior “es abortista y totalitaria”.

“¡Cuidado con la Iglesia que se me está alineando con ciertos grupos y partidos políticos!, cuidado, porque la oligarquía, los pelucones también tienen sus curitas”, dijo Correa durante su cadena sabatina, donde además sugirió a los ciudadanos que denuncien a los sacerdotes que promuevan el ‘No’ a la Constitución, que será sometida a referendo el 28 de septiembre.

“Si hay curitas conservadores que desde el púlpito dicen esa mentira (sobre el supuesto totalitarismo del gobierno), párense y digan: ‘Padre, usted, es un mentiroso, usted no tiene derecho a hacer eso, usted es un actor político, está traicionando su rol de pastor’”, propuso.

“Lean los derechos de la Constitución, el Estado garantizará la vida desde su concepción: qué mayor garantía que eso compañeros, nosotros defendemos la vida. Paradójicamente muchos de los que se rasgaban las vestiduras y se oponían al aborto eran quienes proponían la pena de muerte, y ahí la Iglesia no dijo esta boca es mía. Hay un curita en Los Ceibos, aniñadito, que en todos los sermones me critica, qué pena que no sepa guardar su puesto de curita, con mucha mala fe, con mucha pequeñez de alma nos critica y utilizando el púlpito”, precisó.

Cadena dedicada a Nebot

Durante la cadena, y como ya es costumbre, el mandatario dedicó buena parte de su intervención para arremeter contra el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.

Lo calificó de ‘aniñado’, que pasa sus vacaciones en Miami (EEUU), y hasta de infantil (por el festival municipal de juegos pirotécnicos que estalló mientras el Mandatario hablaba desde la Gobernación). “Está desesperado, pobrecito. Qué paliza que le vamos a dar”, dijo.

Con ello aludió al discurso del Alcalde -en la sesión del viernes solemne por las fiestas julianas-, en el que aludió en repetidas ocasiones al ‘No’. En respuesta, Correa dijo: “Sí y mil veces, sí”, la frase que pronunció inicialmente en Montecristi y que se ha convertido en su caballo de batalla de cara al referéndum.

Además, declaró que “incluso están pidiendo refuerzos externos y traen a los universitarios que hicieron campaña contra (el presidente venezolano Hugo) Chávez, y los promueven por todos los lugares como los grandes líderes, los demócratas. Y eso es parte de la campaña financiada con dineros extranjeros”, indicó.

http://elmetrodeguayaquil.com/ShowArticle.aspx?ID=6471&AspxAutoDetectCookieSupport=1

Leave a comment

Filed under Columns, Politics, Resistance

José María Pérez Gay: Benazir Bhutto (1953-2007)

En todo linaje político, el deterioro ejerce su dominio. Benazir Bhutto, única mujer que ha llegado a ser jefa de Estado en una nación musulmana, fue asesinada ayer, jueves 27 de diciembre, por un suicida que le disparó en el cuello y en el pecho y, segundos después, se voló matando a 15 personas durante uno de los actos de la campaña electoral de Bhutto, en la ciudad de Rawalpindi, en el norte de Pakistán.

Benazir nació en Pakistán el 21 de junio de 1953, creció a la sombra de su padre, Zulfikar Ali Bhutto, presidente y primer ministro de Pakistán (1971–1977), uno de los políticos civiles accesibles a las supersticiones del mando militar, enemigo encarnizado de la India y mano dura en el gobierno local. Zulfikar Ali Bhutto envió a Benazir, su hija mayor, a estudiar administración pública y ciencias políticas a las universidades de Harvard y Oxford. Una mujer de vertiginosa riqueza mental –decían sus más próximos colaboradores–, hábil en el manejo de los intereses políticos más contradictorios, Benazir nunca pudo escapar al cerco que le heredó su padre. A mediados de 1977, un golpe de Estado derrocó a Zufilkar y, unos meses después, el general golpista Zia ul–Hak lo condenó a la horca.

A principios de 1988, el general Zia ul–Hak murió en un accidente aéreo, Benazir Bhutto tuvo su primer hijo y barrió en las elecciones con su Partido Popular Pakistaní, obtuvo casi la mayoría absoluta. Sin embargo, muy pronto comenzaron las disputas con el Estado Mayor del Ejército; 18 meses más tarde la derrocaron bajo acusaciones de corrupción y tráfico de influencias. El Tribunal Supremo la encontró culpable, Benazir se defendió hasta lograr un fallo favorable.

Por increíble que parezca, Benazir volvió a triunfar en las elecciones de 1993; pero el destino se ensañó otra vez con ella. Su hermano Murtaza murió asesinado en un tiroteo con la policía. Su hermano menor, Shahnawaz, había muerto en circunstancias violentas en la riviera francesa. Por ese entonces, Benazir acusó a Faruk Leghari, presidente de Pakistán, de la muerte de su hermano. ¿Por qué regresó Benazir Bhutto a su patria? El atentado del 17 de octubre en el cual por poco pierde la vida le reveló que no había otra salida que la muerte, una política tan avezada como Benazir lo sabía de memoria.

Desde principios de 2007, Pakistán se había hundido en una lucha por el poder de la que resultaba imposible salir con vida. Una manifestación de extremistas islámicos violentos –que exigía la puesta en práctica de la sharia o ley islámica en Pakistán– escapó del control de las autoridades y, en un abrir y cerrar de ojos, dio comienzo una batalla con ametralladoras calibre 50 y misiles tierra-aire contra las fuerzas de seguridad paquistaníes cerca de Lal–Masjid, la mezquita roja. La policía federal sostuvo desde un principio que los violentos pertenecían al movimiento Harktul-Jihad-e-Islami –prohibido en Pakistán– señalado como un eslabón más de la cadena internacional Al Qaeda. Los clérigos y sus estudiantes islamistas radicales se atrincheraron en la mezquita en la que se encontraban más de mil 800 personas, incluso mujeres y niños; tomaron a muchos fieles como rehenes y los usaron después como escudos humanos. Ningún medio informativo supo bien a bien que exigían; la madrasa Jamia Hafsa (escuela coránica femenina) se encuentra a un lado, un edificio más en las construcciones de la mezquita y era –hasta dónde se sabe– un nido de mujaidines (militantes de la guerra santa).

Los ataques recientes revelan cada vez más que los mujaidines que lanzan bombas, o se vuelan en los aires con una carga de dinamita en el pecho, son cada vez menos los militantes de Al Qaeda; en cambio son cada vez más los shahid (mártires) que han pasado unos meses –y de modo fugaz– con los grupos islámicos radicales antes de convertirse en informantes y terroristas. En La nueva red Al Qaeda (Hamburg, 2006), Yassin Musharbash, un experto en materia de informática y operaciones de seguridad, afirma que éste es el caso de los cuatro mujaidines (voluntarios internacionales) que llevaron a cabo los atentados en Londres; sólo dos de ellos habían vivido tres o cuatro meses en la Madrasa de Pakistán, los otros dos eran médicos de profesión establecidos en Londres.

El asesinato de Benazir Bhutto ha revelado que un político tan represor y diestro como Pervez Musharraf no puede contener, ni mucho menos derrotar a la furia destructora del Islam extremista. Los atentados suicidas se multiplican en la frontera con Afganistán. La forma más pura del terror islámico es el atentado suicida. Ejerce un poder de atracción irresistible sobre el perdedor radical, escribe Hans Magnus Enzensberger, pues le permite dar rienda suelta a sus delirios de grandeza. Nadie puede decir que es un cobarde. El valor que lo caracteriza es el valor de la desesperación. Su triunfo consiste en que no se le puede castigar, pues el mismo se encarga de castigarse con la muerte. El video reivindicativo de Al Qaeda tras los atentados de Madrid de marzo de 2004 lo revela con toda claridad: “Vosotros amais la vida, nosotros amamos la muerte, y por eso venceremos”.

Nadie podrá contestar a la pregunta: ¿por qué razón regresó Benazir Bhutto a Pakistán? Nadie puede saltar sobre su propia sombra.

* La Jornada
* http://www.jornada.unam.mx/2007/12/28/index.php?section=opinion&article=022a1mun

Leave a comment

Filed under Blogroll, Columns, Politics