Poemas Inéditos (escritos en prisión de Paltiel Kossover)
Niños
Hijos de pobres
pobres niños.
Niños juiciosos y dulces,
aplicados o traviesos,
os guarda el exilio.
Los hombres no os merecen,
pobres niños
judíos.
Pan
En su celda
el prisionero
no piensa en Dios
ni en el mar
ni en la frescura
de la montaña;
en su celda
el prisionero hambriento
piensa en el pan:
su memoria
su Dios.
Noche
Ni refugio ni hogar.
Ni reposo ni olvido.
Trampa más bien, ratonera.
Ruidos al final.
Ciudades
Islotes de sombra,
cenizas de hogueras.
Callejuelas sinuosas,
ventanas ciegas,
destinos en desorden.
Ciudades dentro de ciudades,
odio más allá del odio.
Construidas por Caín,
para sus víctimas futuras.
Transeúntes
Reunidos por el azar,
por un instante
uno solo,
para liberar en ellos
al cazador del hombre.
Murallas
Visibles e invisibles.
Las más bajas ocultan
el horizonte.
Y lo reemplazan.
Murallas negras negras, rojas,
sucias y repulsivas
incluso si están limpias.
Obra de hombres,
sobrevivirán a los hombres.
Casas
Recuerdos desplazados,
cadáveres encogidos.
Comidas inconclusas,
armarios despanzurrados,
mesas volcadas,
oh que tonto es todo eso
y quee feo.
Vuelve a tu caverna,
hombre, para sobrevivir.
Asilos
Mal innombrable
miedo indecible,
rostros inmóviles,
dedos quebrados,
ojos obsesionados:
de estos locos
de estos mártires,
tendríamos que huir
y a ellos
hacerles huir.
(Traducidos del yiddish)
De la solapa:
Cuántas contradicciones, ambigüedades y paradojas en la vida de Paltiel Kossover, vida marcada por el mesianismoy el comunismo, la revolución y la poesía, desde el pogróm de la primera infancia, el destierro, las misiones clandestinas como agente del Komintern en Alemania Naziy en Palestina, la guerra de España, los combates en el frente ruso, todo eso para acabar en una celda aislada de la policía secreta soviética y donde el silencio es la más refinada de las torturas.
Esta novela-testimonio de acción, de ideas, y de aventuras refleja las angustias y los sueños de una época marcada por el desencanto y la violencia. Pero, más allá del desmoronamiento de un sueño, más allá de la muerte y el silencio, permanece esa risa que se hace oir repentinamente, liberadora y llena de esperanza aún si nadie comprende su verdadero sentido.
Wiesel, Elie El Testamento de un Poeta Judío Asesinado Ed. Pomaire, España 1980, pp 153