Tag Archives: inflación

Luis Ángel Tejada: ¡Que no se confunda Calderón! México cada vez está peor

Cuando el presidente de un país satura los medios, es que es un presidente mediático, que, para suplir el tradicional informe nos da mini informes televisivos muy personalizados sobre un país imaginario, y que, cuando la realidad se contradice brutalmente con sus discursos, la gente por fin se de cuenta; y ese presidente, empieza a perder credibilidad. Y la sociedad le hacemos un llamado. ¡Calderón… Calderón regresa a la realidad!

Algo está pasando, abusó de sus “tiempos oficiales” electrónicos para invadirnos cien veces diarias durante trece días ininterrumpidos en nuestros hogares, a través de la tv y radio, ante los vacíos de poder que los quiere llenar con bla bla bla…. Para sorprendernos con sus maquillados spots, y seguir con sus contradicciones que adelante platicaré. ¡Que manera de subestimar la inteligencia de los mexicanos!

Hay panistas serios y honestos, que pueden hacer ver al presidente Felipe Calderón, que los mexicanos no tenemos tan bajo nivel de inteligencia, que no nos “chupamos el dedo”. ¡Ya basta! Esos informerciales ni un tonto “se las traga”. Que hace una dosis de autocrítica Que no se confunda, el hecho de no estar obligado a rendir un informe anual a la Cámara de representantes populares del país, no le da el derecho a impunemente mentir a sus gobernados, no lo inhibe de ser citado por el pleno legislativo, a responder dudas e incluso debates de la opinión pública. Y lo que es peor, someterlo al severo juicio de la historia. Como en cualquier país democrático se hace. ¡ o esta´ auto engañado!.. o tiene un candor infinito, pero lo que sea, es una falacia, en cualquiera de los casos somos un pueblo arto de poses, simulaciones y demagogia!

¡Qué a gusto!, deja de asistir a las cámaras legislativas en donde sí hay réplica, y a cambio nos receta, en las otras cámaras, las televisivas, una retahila de sorpresivos spots mentirosos e incongruentes, un informe televisivo que goza la impunidad de ser unilateral, no tiene réplica ni análisis. Puras cuentas alegres. Menos, alguien que lo interpele. Y envía el texto de “Su informe” a la hora en que el Palacio de San Lázaro estaba totalmente vacío de legisladores, muy temprano en la mañana, sabiendo que los diputados federales sesionaban ese día en la tarde, pero lo hace a través del funcionario que es una verdadera espina irritativa de la dignidad nacional, con el español y empresario petrolero Camilo Mouriño. Ya ni la burla perdona.

Que no se confunda Calderón… usar la tragedia de terceros como bandera política no tiene “nombre”, como lo hizo la semana pasada en que afirmó ante sus aliadas “cámaras”, que, aunque el secuestro no es competencia suya, se ha abatido y se ha enfrentado ese “cáncer social”… ¿cómo que el secuestro no es materia federal? ¿Qué acaso la delincuencia organizada, no está ya tipificada en el Código Penal Federal?, ¿Qué la portación de armas exclusivas del ejército, no viola la Ley Federal de Armas de fuego?, ¿Que el Estado Mexicano, no tiene dentro de sus prioridades ser garante de la seguridad física y patrimonial de los mexicanos?

¿Ganando por goliza a los delincuentes?, lamentablemente, todos vemos en el país mas bajas en el bando de policías municipales, estatales y las diferentes fuerzas federales, además del ejército, no se diga de inocentes civiles, que ya suman mas de tres mil asesinados, sin contar con los millones de mexicanos que vivimos unos en el miedo y otros en el pánico. Amén de las inversiones y capitales que despavoridos están huyendo del territorio nacional. ¿Esa es una goliza?

Por otra parte, hablar a todos los mexicanos “de tú” desde las cámaras, a las mujeres, a nuestras madres, a nuestros hijos, a los adultos mayores, a los que no conoce personalmente a los desconocidos, ¿que sus padres no le enseñaron que se habla con mas respeto de “usted” a quien personalmente uno no conoce? Si le hablas de tú a quien no conoces, es un aire de superioridad, es como “el amo” que se dirige a los plebeyos, o a sus súbditos en maza, en bola”., escondiéndose desde lo abstracto de las cámaras televisivas, cómo si fuera un “chavo” que habla a la chavisa, ser irreverente con todos. Entre los jóvenes está permitido, pero de gobernantes a gobernados?

Cuando es al revés, son servidores del pueblo a quienes se les dio un contrato -merced al desenlace de unos comicios- de tres o seis años de trabajo, pero eso no quiere decir que se les extendió un cheque en blanco. Que nos vean de arriba para abajo, como “Dios a los conejos” que no se olvide, el madatario es el que recibe el mandato de su pueblo, quien es la potestad suprema.

Me decían vecinos, amigos y familiares, hace algunos días, ¡“otra vez sale Calderón en la tv y tengo que cambiar de canal, no manche, estoy cansado de escucharlo, cambio de canal en mi casa y salgo y tengo que escucharlo también en todas las estaciones radiofónicas de mi coche, pero ¡ en tooodos los canales y radiodifusoras sale, parece que nos persigue”! Lo bueno es que ya pasó. Pero quedó constancia de que Calderón infringió la nueva regla que proscribe la propaganda personalizada. El Código Federal Electoral es muy claro al precisar, que esa publicidad sólo podrá hacerse por una sola ocasión al año, pasando ese acontecimiento o evento. Y Calderón lo hizo cientos de veces diarias, durante casi dos semanas.

Que no se equivoque Calderón, su período de gracia ya terminó, es hora de resultados, no nos diga que “todo va bien”, cuando todos sentimos lo contrario, el presidente del empleo resultó el de desempleo, y su “quinazo” que supuestamente lo iba a legitimar, puede ser su waterloo, desatando –sin un previo trabajo de inteligencia- una cruenta casería en contra de la delincuencia organizada, sin antes desmantelar a los aparatos de seguridad de los infiltrados y de los corruptos, de los policías secuestradores y aliados con el enemigo, sin un Plan “B”, se lanzó como el “Borras”, provocando una guerra de alta intensidad, en la que cada día mueren mas inocentes de la sociedad civil. Militarizando cada vez mas al país, y luego salir con vaguedades con Joaquín López Doriga. “Es que yo creía que era un apendicitis y era un cáncer” ¿que desconoce que infinidad de secuestradores y extorcionadores están en las nóminas policíacas en donde esta la pus de la corrupción? ¿Entonces?,¿ por qué no se informó primero de las consecuencias de una mala “operación”?. Limpiar primero la casa era elemental “mi querido Watson en política como en la guerra, la información es poder”.

“La gota que derramó el vaso” de mi tolerancia ciudadana, como de la de muchos, fue haber escuchado de Calderón la desvergüenza de decir idílicamente, que ha “logrado un México mas ordenado y seguro en donde todos podemos vivir mejor”, a lo que me dije, “bueno, ¿de que habla este tipo? que no ofenda, que alguien lo baje de su nube, “estábamos mejor cuando estábamos peor”, alguien le debe decir que vive en un sueño o que, nosotros no estamos dormidos. Las estadísticas nos dicen radicalmente lo contrario de lo que él nos quiere hacer creer. Es vox populi no se puede tapar el sol con spots.

Más desempleo, no se ha abatido la pobreza, vivimos en la zozobra, al borde del pánico por el incremento de la inseguridad pública, con decapitaciones, secuestros, ejecuciones, hay inflación, todo sube, la gasolina diecisiete veces en lo que va del año, la leche tres veces, el gas, el disel, el hierro, los materiales de construcción, bajan remezas, decrece la inversión y el turismo, crisis económica y de valores, ya no sabes de quien cuidarte, de delincuentes o de los policías, que en algunos casos son los mismos, los empleos no se incrementan conforme a la demanda, desatado el narcomenudeo. Entonces, ¿en donde estamos mejor como dice Calderón? Él vive un sueño… los mexicanos una pesadilla. ¡Que impotencia! ¡qué indefensión!

http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/180521.que-no-se-confunda-calderon-mexico-cada-vez.html

2 Comments

Filed under Columns, Politics

Alejandro Nadal: Enfrentar la crisis: teoría económica a la deriva

¿Cómo explica la teoría económica la actual crisis de las principales economías capitalistas del mundo? La verdad es que si analizamos la teoría económica que predomina en los bancos centrales y ministerios de Hacienda, veremos que no puede explicarnos la crisis. Es más, para esa teoría, la crisis no debería estar ocurriendo. Para hablar de esto es necesario adentrarnos en el arcano mundo de la teoría económica.

En la década de los 70 se presenta una doble crisis en la teoría económica. En la llamada teoría microeconómica la crisis es terminal: para 1974 ya está demostrado que no existe una base científica para pensar que los mercados asignan los recursos de una sociedad de manera eficiente. Eso debería haber sido suficiente para declarar cerrado el programa de investigación teórica basado en la fe en la bondad del mercado libre. Pero los economistas en el mundo académico prefirieron ignorar los problemas y siguieron torturando a sus estudiantes, enseñándoles la parte sin interés de la teoría de equilibrio general y evitando mencionarles que con esa teoría no se puede demostrar cómo se forman los precios de equilibrio. Desde entonces, vemos salir de las universidades legiones de economistas que creen (injustificadamente) que en alguna parte existe una teoría rigurosa que demuestra que los mercados asignan los recursos de una sociedad de manera eficiente.

En la teoría macroeconómica sucedió algo peor. En la década de los 60 los economistas que se reclamaban de Keynes descubrieron la llamada curva de Phillips y pensaron podían utilizarla para completar y defender el pensamiento de su maestro. Grosso modo, esa curva decía que existía una relación inversa entre desempleo e inflación: cuando aumentaba la inflación, el desempleo disminuía y viceversa. Pero en los años 70 se presentó un episodio de inflación con desempleo. Según el modelo, eso no debería estar pasando.

La estanflación marcó la debacle de esta vertiente del keynesianismo y el auge del pensamiento monetarista. Bajo el liderazgo de Milton Friedman surgió una visión de la economía según la cual “la inflación siempre y en todo lugar es un fenómeno monetario”. De acuerdo con este razonamiento, la variable clave para estabilizar los precios sería la oferta monetaria. Sin un análisis científico serio, Friedman concluyó que ese resultado (controlar la inflación) sería compatible con niveles adecuados de empleo. La base de todo este razonamiento es la fe inquebrantable en la estabilidad de los mercados en una economía capitalista (justo lo contrario de lo que la teoría microeconómica había descubierto para 1974).

En un ensayo publicado en 1968 Friedman concluyó con la idea sorprendente de que para cada nivel de pleno empleo, hay una tasa “natural” de desempleo. Esa tasa natural corresponde a lo que se ha llamado desempleo friccional (determinado por el tiempo que pasan los trabajadores buscando empleo). De aquí se derivó la NAIRU, acrónimo en inglés que corresponde a la tasa de desempleo compatible con una tasa de inflación sin aceleración en el incremento de precios. Todo este edificio teórico servía para justificar que el objetivo único de la política monetaria debía ser el control de la inflación.

Para los 90, economistas como Bob Eisner habían destruido las bases analíticas de la NAIRU. Y en los hechos la tasa de desempleo se redujo una y otra vez, sin que se disparara la inflación. Es más, la oferta monetaria tuvo fuertes variaciones y la inflación no aumentó. Todo eso desmintió brutalmente la creencia central de los monetaristas sobre la relación entre oferta monetaria e inflación.

En cuanto a la inestabilidad en los mercados financieros, la serie de crisis de los años 90 debió por lo menos sacudir la fe de los monetaristas en la estabilidad de los mercados capitalistas y llevarlos a concluir en la necesidad de volver a regular el sector financiero. No fue así. ¿Serán tontos? No, lo que sucede es que las autoridades monetarias viven subordinadas a los intereses del sector financiero.

Hoy observamos que en la Reserva Federal sigue dominando un esquema monetarista. Por eso el problema para la política macroeconómica se define como antes: hay que encontrar el nivel preciso de oferta monetaria para controlar la inflación y mantener el empleo en un nivel adecuado. La Fed se equivoca nuevamente: el origen de la crisis se encuentra en la desregulación financiera y en una política monetaria dedicada a alimentar burbujas especulativas.

Por eso las teorías que dominan en la Fed (y en muchos bancos centrales) no pueden decir nada relevante sobre la crisis: ni sobre sus orígenes, ni sobre la política para enfrentarla. El verdadero problema es que el mercado capitalista es intrínsecamente inestable y la crisis es la forma natural de vida de este sistema económico. En un marco reformista por lo menos habría que acordar que la respuesta de política correcta es la regulación y la intervención pública.

La Jornada

http://www.jornada.unam.mx/2008/08/20/index.php?section=opinion&article=026a1eco

Leave a comment

Filed under Blogroll

Raúl Zibechi: Entre el golpismo y la democracia vigilada

Lo sucedido antes y lo que está sucediendo después del referendo revocatorio en Bolivia merece ser discutido y analizado por las izquierdas antisistémicasy los movimientos sociales latinoamericanos, ya que forma parte de las nuevas estrategias para sostener la dominación, implementadas por las elites los últimos siete años, luego del 11 de septiembre de 2001. No se trata de estrategias inéditas, sino del permanente perfeccionamiento de las que van ganando impulso desde la derrota imperial en Vietnam.

Como muestran Bolivia, Colombia y Venezuela, están emergiendo nuevas derechas autoritarias, que no rehuyen los golpes de Estado, pero que ahora asumen formas diferentes a los golpes militares clásicos. Ya no pretenden derribar presidentes con tanques en la calle ni bombardeos a los palacios de gobierno. Uno de los objetivos más destacados, en esta etapa, es obstaculizar la gobernabilidad democrática y popular, no importando si los gobiernos son apoyados por la población, si son sostenidos por mayorías y si actúan dentro de la ley. Pese a haber ganado más de diez elecciones, Hugo Chávez fue acusado reiteradas veces de dictador o de autoritario.

Para impedir la gobernabilidad en procesos de cambio social, las nuevas derechas han encontrado modos para promover una suerte de inestabilidad de masas mediante grandes movilizaciones populares impulsadas desde arriba, convocadas por los grandes medios monopolizados. Aquí el papel de los medios es importante, pero no factor decisivo. Mucho más importante es fomentar la intolerancia y los miedos de las clases medias, y de importantes sectores populares, hacia los diferentes (indios, pobres, otras lenguas y culturas). Insuflar miedo da buenos dividendos, de ahí que en todos los procesos mencionados la delincuencia y la violencia urbana se hayan disparado o ésa es la impresión dominante entre buena parte de la población.

En Colombia el elemento movilizador es el “terrorismo” de las FARC, pero en Argentina un padre de familia, cuyo hijo fue asesinado por delincuentes, Juan Carlos Blumberg, movilizó cientos de miles con la excusa de la inseguridad ciudadana, codo a codo con la ultraderecha, contra el gobierno de Néstor Kirchner. Las nuevas derechas, sean las autonomistas de Santa Cruz o las que defienden una televisora golpista en Caracas, tienen capacidad de movilización de masas, apelan a demandas “democráticas” y utilizan un lenguaje familiar a las izquierdas, pero para promover fines antidemocráticos y los intereses de las elites. A menudo meten en el mismo saco a las viejas derechas y a los dirigentes de los movimientos sociales y de izquierda, como hizo el prefecto golpista de Santa Cruz, Ruben Costas, quien la noche del referendo atacó por igual a Evo y a Jorge Quiroga, dirigente de Podemos: “Con la presencia del pueblo, derrotamos el oportunismo político que sin escrúpulos unió a la derecha conservadora y al masismo totalitario para destruir a esta patria emergente, alejada de los privilegios de la verdadera oligarquía que es el MAS”. Discursos como éste son desvaríos oportunistas, pero lo cierto es que las nuevas derechas enarbolan demandas sentidas por amplias franjas de la población.

Estos discursos y esas prácticas obedecen a dos nuevas orientaciones de las elites globales. La primera fue formulada por Robert M. Gates, secretario de Defensa de Estados Unidos, en su discurso en la Universidad Estatal de Kansas, titulado “La restauración de los instrumentos no militares del poder estadunidense” (Military Review, mayo-junio de 2008). Quien sirvió a siete presidentes como director de la CIA sostiene que su país puede mantener la hegemonía mundial a condición de “fortalecer nuestras capacidades de usar el poder ‘blando’ y establecer una mejor integración con el poder ‘duro’”.

Sacando conclusiones de la experiencia en Irak y Afganistán, Gates sostuvo que “el logro del éxito militar no es suficiente para vencer, sino el desarrollo económico, la construcción institucional y el imperio de la ley”. Para conseguirlo, se trata de “atraer civiles con experiencia en el agro, gobernabilidad y otros aspectos del desarrollo”, como una de las claves de las políticas de contrainsurgencia. La segunda cuestión, íntimamente ligada a ésta, es el apoyo material y en orientación a esas nuevas elites, como sucede en Bolivia.

Según denuncia del premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, el embajador de Estados Unidos en La Paz, Philip S. Goldberg, es el gran articulador de la oposición, inspirada en su odio a los indios. En 2007, la agencia de cooperación USAID desembolsó 124 millones de dólares en ayudas a la “sociedad civil” boliviana, canalizados por los prefectos de los departamentos de la Media Luna autonomista, embanderada detrás del departamento de Santa Cruz. Una estrategia muy similar a la utilizada en Venezuela.

Para los estrategas actuales del imperio, la democracia se reduce a elecciones con resultados mínimamente creíbles. Ni la democracia ni los servicios sociales son derechos que tiene la población, sino formas de mejorar el control y asegurar la hegemonía.

A la era de los golpes de Estado le sucedieron los “golpes de mercado”, como el que obligó la renuncia del presidente argentino Raúl Alfonsín en 1989, o de Hernán Siles Suazo en Bolivia, en 1985, en medio de la hiperinflación promovida por “los mercados” para destituir gobiernos a los que consideraban poco fiables. Ahora se trata de destituir procesos más que presidentes, impedir cambios de fondo motorizados por bases sociales organizadas y que cuentan con masivo apoyo popular. Un golpe de Estado clásico sería contraproducente, toda vez que los sectores populares aprendieron a revertirlos, como sucedió en Venezuela en 2002. La estrategia del desgaste y la ingobernabilidad ocupa el primer lugar en la agenda.

Leave a comment

Filed under Blogroll, economy, Politics