Tag Archives: estrategia

Gerardo Fernández Casanova: Trabajadores petroleros

“Que el fraude electoral jamás se olvide”

Conforme a lo trazado en la estrategia, se cumplen las etapas de la
lucha en defensa del patrimonio nacional en materia de petróleo. Este
pasado domingo se concluyó con el proceso de la consulta pública,
mediante el cual más de dos y medio millones de mexicanos se
manifestaron en rechazo a las iniciativas de reforma de PEMEX
presentada por el gobierno espurio y, en por añadidura y en lo
conducente, a la formulada por el PRI de Beltrones. El comité
ciudadano que elaboró la propuesta alternativa por encargo del
Gobierno Legítimo y del FAP hizo su entrega formal y ya los senadores
del FAP la presentaron para su inclusión en las discusiones de las
comisiones senatoriales correspondientes. Todo está listo para que el
próximo domingo, en todas las plazas centrales de las capitales de los
estados y en la Plaza de la República del Distrito Federal, se
realicen las asambleas informativas del Movimiento Nacional en Defensa
del Petróleo, con lo que se mostrará que la determinación popular es
llegar hasta las últimas consecuencias para evitar la entrega de los
recursos naturales a la explotación por particulares y para asegurar
un operación energética congruente con los intereses de la Nación. El
caldero está, pues, en su punto.

Vale la pena detenerse a comentar respecto de la propuesta alternativa
que se entregó al Senado. En lo sustantivo, el conjunto de
modificaciones legales que se proponen (para el caso y por mandato
popular, se exigen) cierra cualquier resquicio por el que pudiera
pretenderse una privatización en toda la cadena que constituye la
industria petrolera; otorga a PEMEX las condiciones de autonomía
presupuestaria requeridas para su cabal desenvolvimiento, sin caer en
la trampa de la autonomía de gestión sino plenamente controlada por el
estado; prioriza la función detonadora del desarrollo industrial
endógeno otorgando preferencia a la ingeniería y a la provisión de
insumos, equipos y servicios de origen nacional; establece
disposiciones legales para asegurar el fortalecimiento del Instituto
Mexicano del Petróleo y de todos los organismos con capacidad de
desarrollo científico y tecnológico nacionales, evitando la perniciosa
costumbre que privilegió al extranjero; modifica la legislación
relativa a los derechos sobre la renta y los ingresos petroleros, en
términos de darle mayor transparencia y para permitir a la paraestatal
disponer de recursos de inversión para hacer frente a las necesidades
de su desarrollo y mantenimiento, incluidas las refinerías, los ductos
y las petroquímicas; ofrece los elementos legales necesarios para
combatir la corrupción y para asegurar una correcta rendición de
cuentas; aporta al diseño operativo del Consejo de Administración para
agilizar la toma de decisiones y profesionalizarlas. En resumen, la
iniciativa genera un verdadero fortalecimiento de la capacidad del
estado para conducir con eficacia y eficiencia el aprovechamiento del
recurso natural petrolero y ofrece la garantía de la seguridad
energética del país.

Hay sólo un punto en que la propuesta alternativa me parece
incorrecta. Me refiero al tratamiento de la participación de los
trabajadores petroleros en el Consejo de Administración. En la
actualidad los trabajadores participan en el órgano de dirección con
cinco representantes del Sindicato de Trabajadores Petroleros, cosa
que las propuestas de Calderón y de Beltrones dejan sin cambio. La
propuesta alternativa reduce a dos el número de representantes y lo
somete a elección libre y secreta por la totalidad de los
trabajadores, sin intervención de la directiva sindical. Voy a
argumentar:

1.- Lázaro Cárdenas merece toda la gratitud del pueblo de México por
la gesta de la expropiación petrolera, pero esta no hubiera sido
posible sin la intervención de los trabajadores, primero por su toma
de conciencia y la movilización de su fuerza (ni remotamente
comparable con los actuales sindicatos) que determinó las huelgas por
cuyas exigencias se dio el laudo de la Suprema Corte, el que condenó a
las petroleras transnacionales a cumplir las condiciones reclamadas
por los trabajadores, lo que constituyó el argumento básico para la
expropiación; segundo, por la entrega y la capacidad de los petroleros
mexicanos para mantener la industria en operación, aún con el boicot
decretado por las empresas y los gobiernos de sus respectivos países,
en oposición a la medida reivindicatoria. En México, junto a los
monumentos con la estatua de Lázaro Cárdenas, debiéramos tener
monumentos al petrolero desconocido. Esto generó un derecho histórico
insoslayable, menos aún para una propuesta formulada desde posiciones
de izquierda.

2.- El hecho incuestionable de que el Sindicato Petrolero ha devenido
en un organismo contrario a los intereses de los verdaderos
trabajadores y de la Nación, por causa de la corrupción de su
dirigencia, no justifica que se atente contra la vigencia del sistema
sindical. Si la representación ante el consejo se elige por fuera del
órgano sindical, se atenta contra su integridad. Es como si para curar
un mal se receten medicamentos que lo curen, pero que también maten al
paciente. La solución, por el contrario, es proveer a la movilización
de los trabajadores de base al efecto de que depuren su dirigencia y
puedan ejercer un sindicalismo honesto. Me queda claro que una de las
facetas de la corrupción de la actual dirigencia sindical es la que le
facilita al régimen del fraude electoral su intento privatizador. El
fortalecimiento del sindicato y su depuración serán siempre un
baluarte en la defensa del patrimonio nacional.

Dicho lo anterior, vámonos con todo en la defensa del petróleo. Nos
vemos el domingo en la plaza.

Leave a comment

Filed under Blogroll

Jorge Camil: Que renuncie el gobierno

Gobiernos van y vienen, de uno y otro partido, pero la inseguridad va en aumento. Nada funciona. Fracasan irremediablemente promesas, planes, estrategias y buenas intenciones. Fracasan porque el gobierno tiene una percepción distorsionada de la magnitud del problema para la sociedad civil, y porque al estar enfocado exclusivamente en los problemas que considera “verdaderamente importantes” (el petróleo, las relaciones con Estados Unidos, la Iniciativa Mérida, la consulta nacional sobre el petróleo y las reformas de todos colores) demuestra que no tiene sensibilidad, pero tampoco consideración, empatía y respeto por la sociedad civil.

Para los ciudadanos, la alarmante escalada de violencia significa perder la tranquilidad, la dignidad, nuestra forma de vida (que es la esencia de la libertad) y eventualmente, como fue el caso de Fernando Martí, la vida misma. Para el gobierno, en cambio, el tema parece ser un problema de imagen y frases de campaña, así que con gran desparpajo lo atacan con retórica y armas mediáticas: ¡vamos ganando!, repiten victoriosos con la frente en alto y la mirada fija en 2009 y 2012, aunque todos sepamos que van perdiendo. ¡Felicidades Germán Martínez!, ahora sabemos que la guanajuatización de México va por buen camino. Sí, por el “Camino de Guanajuato”, ahí donde “la vida no vale nada”.

La retórica oficial y las frases de campaña se estrellan diariamente con una realidad que ofende y horroriza a los mexicanos: 10 o 20 ejecutados (¿qué más da?), dos o tres decapitados (una de las cabezas, la aparecida en las páginas de Paris Match hace un par de semanas, con un guiño macabro, como diciendo: “aquí se ven”). Un industrial regiomontano secuestrado diariamente, un jovencito inocente (¿presagio del México futuro?) secuestrado y asesinado sin piedad, y un aumento exponencial en la tasa de plagios: 37 por ciento en el Distrito Federal y 60 por ciento en el estado de México. Más empresarios mexicanos emigrando a Estados Unidos. Hemos perdido el control de nuestro propio destino. ¿A quién le importa el terror de la joven madre que llevando a su bebé en el asiento trasero recibe en plena luz del día una mentada de madre y un humillante pistoletazo en la cabeza para robarle el reloj? ¿A quién le importan los miles de relojes y anillos robados diariamente en los embotellamientos de la ciudad de México? ¡Por favor! ¿Anillos? ¿Relojes? ¿Mentadas? ¿Cuando estamos salvando al mundo, y pasando a la historia como autores de importantes reformas electorales, fiscales y energéticas? ¿Secuestros exprés? Que los atienda la policía ministerial (¡nosotros somos “estadistas”!). O que no los atienda nadie, porque los ciudadanos atropellados, a fuerza de sufrir, hemos aprendido a no denunciar.

Nuestros gobernantes deben respirar con alivio, porque ya no denunciamos plagios, violaciones, robos, extorsiones ni fraudes. Pronto dejaremos de denunciar homicidios. ¿Denunciar, mientras Marcelo organiza la consulta petrolera y el Presidente decide su próximo periplo internacional? Para eso hay leyes y “autoridades competentes”. ¿No hemos oído hablar, ignorantes de nosotros, de la nueva división del trabajo, en la que unos nacen para gobernar, y otros nacemos para pagar impuestos? ¿Quién en las altas esferas de gobierno –pregunto– recoge la frustración de los millones de obedientes autómatas que dejamos en casa nuestros objetos de valor? ¿Y quién, al interior del gobierno, comprende que al despojarnos voluntariamente de anillos y relojes, al renunciar a nuestra forma de vida, nos despojamos de nuestra dignidad? Ellos, los criminales, con la tolerancia del gobierno, fijan ahora nuestro radio de acción. Nos indican cómo vivir y cómo vestir. Se acabó el libre albedrío, que era hasta hace poco la esencia de la vida democrática. Ellos, los del gobierno, viven despreocupados en una burbuja de camionetas blindadas, charolas, escoltas y armas de grueso calibre pagadas por nosotros para proteger a los suyos, mientras nosotros vivimos atemorizados y enclaustrados, prisioneros en un mundo de ¡sálvese quien pueda! Por eso no hay solución, porque gobierno y ciudadanos partimos de percepciones distintas y mundos diferentes. Nos movemos por separado en un mar de oscuridad. Andamos, como diría el poeta Jaime Torres Bodet, “el uno en pos del otro, sin hallarnos”.

En la introducción de su entrevista con Felipe Calderón El País advirtió que el número de muertos, más de 5 mil “provocaría un cataclismo en cualquier democracia europea”. Pero aquí no pasa nada. Ni pasará. Hasta que Calderón entienda que si fracasan todas sus reformas, pero nos regresa la seguridad, pasará a la historia como el mejor gobernante de México; hasta que Marcelo Ebrard caiga en la cuenta de que si erradica la inseguridad en el Distrito Federal será presidente de México en 2012. Hasta que ambos comprendan que la inseguridad viene de una empresa perversa en la que están involucrados criminales, policías, autoridades y el sistema judicial. Si no pueden, la renuncia sería una salida honorable que les ganaría el reconocimiento y respeto de la sociedad civil.

Leave a comment

Filed under Blogroll