Radio Puente Sur pone al alcance de todos los internautas un reporte detallado de los acontecimientos que en Honduras con el análisis de periodistas desde Toronto, Canadá hasta Uruguay, se abordó el debate sobre las causantes y consecuencias de este golpe de estados en el país sudamericano.
Monthly Archives: June 2009
Juan Diego García: Contrarrevolución
Las clases dominantes poseen su manual práctico para realizar la contrarrevolución. Sus cinco componentes son: una base social que es necesario activar, el control de los principales resortes de la economía, el manejo casi monopólico de los medios de comunicación de masas, el apoyo de las fuerzas armadas y el concurso del capitalismo metropolitano más conocido como “comunidad internacional”.
La base social de la contrarrevolución ya no se limita a los exiguos porcentajes de quienes poseen el gran capital. A diferencia de antaño en las sociedades rurales caracterizadas por la polarización extrema entre una pequeñísima oligarquía y el inmenso universo del pueblo, en la actualidad el desarrollo urbano y la modernización permiten el surgimiento de unas capas de pequeña burguesía más o menos amplias. Por ideología e intereses compartidos se convierten en la base social de las fuerzas que se oponen a los gobiernos nacionalistas y populares, y con mayor razón si se intenta desmantelar el capitalismo. A pesar de ser minoritarios resultan suficientes para dar cuerpo a proyectos contrarrevolucionarios; aunque no van más allá del 20% o 30% de la población consiguen arrastrar en sus aventuras a los sectores menos concientes de la población pobre. El debilitamiento sistemático de las fuerzas populares (dispersas, amedrentadas, atemorizadas, divididas) les permite compensar su condición de minorías y ganar elecciones, bloquear gobiernos, precipitar el caos social y culminar con la derrota del gobierno progresista.
Son entonces un colchón muy útil, un apoyo social clave compuesto por pequeños y medianos empresarios, sectores religiosos tradicionalistas, tenderos, profesionales, universitarios (sobre todo de universidades privadas) y un componente mafioso que juega el rol de fuerza de choque para hacer el trabajo sucio del sabotaje, el atentado, el desorden callejero, la difusión de rumores, la asonada, etc. En todas estas actividades es usual encontrar a delincuentes habituales, grupos de ultraderecha, lumpen y sectores socialmente descompuestos.
Por supuesto, el mecanismo principal de la contrarrevolución sigue siendo el control decisivo de la economía nacional. Las elites dominantes controlan lo fundamental de la producción, la comercialización y sobre todo las finanzas. Ello les permite decidir sobre la dinámica productiva y ejercer un sabotaje muy efectivo que se traduce pronto en escasez, desabastecimiento, inflación galopante, evasión de capitales y otros fenómenos que golpean sobre todo a las bases sociales del gobierno progresista. Las políticas neoliberales que debilitan en extremo al Estado tienen como uno de sus ejes asegurar una escasa o nula presencia del gobierno en la economía no solo limitando sus facultades para dirigirla sino privatizando las empresas públicas mediante las cuales el Estado puede jugar un papel clave en la política económica. No es por azar que los gobiernos reformistas del nacionalismo y del populismo se esfuercen con tanta tenacidad en recuperar el control de los recursos naturales del país, nacionalizar las empresas en los sectores estratégicos y reivindicar la dirección de la economía. Sin este mecanismo fundamental se hace patente que tener el gobierno no es lo mismo que tener el poder, que no basta tener razón ni el apoyo claro de las mayorías mientras el control de la riqueza continúe en manos de los grupos dominantes minoritarios.
Una de las formas más efectivas de este poder real es el dominio privado, casi monopólico, de cadenas de televisión, radios, periódicos y revistas, así como el control efectivo del púlpito de variadas iglesias, “tanques de pensamiento”, fundaciones y ONGs multimillonarias que ejercen un papel decisivo en la formación de la opinión pública. Manipulan, mienten, tergiversan y utilizan el conocido sistema nazi de convertir en verdad una mentira a fuerza de repetirla. La creación en los Estados Unidos de una opinión mayoritaria de apoyo a la agresión contra Irak, en base a mentiras y manipulaciones lo demuestra de manera fehaciente. Con ello se desmintió su supuesta objetividad y profesionalidad y se hizo añicos la alegada libertad de prensa y acceso democrático a la información. La razón es obvia: solo con capitales inmensos es posible crear un medio moderno de comunicación (a excepción quizás de páginas en Internet); solo defendiendo los intereses del gran capital es posible mantener esos medios en circulación. Los escasos medios independientes (contados con los dedos de la mano) son la excepción que confirma la regla.
La derecha cuenta también con el apoyo de las fuerzas armadas, por lo general muy conservadoras y afectas por múltiples vínculos a los grupos dominantes. A pesar de estar constituidas mayoritariamente por personas provenientes de los sectores populares la estructura extremadamente jerárquica y la ideología de defensa del orden que les caracteriza así como la formación reaccionaria que reciben (en muchas ocasiones directamente a cargo de misiones extranjeras que les convierten en verdaderas extensiones de las fuerzas armadas imperialistas) explican que solo excepcionalmente se colocan del lado de los sectores populares. Lo usual es que se conviertan en el último recurso de las elites en su empeño de derribo de los gobiernos populares y nacionalistas. Entonces se producen los golpes de Estado con sus consecuencias de cierre total de la democracia formal, represión masiva, políticas altamente impopulares y sobre todo entrega a las empresas transnacionales del control de los mercados y de los recursos naturales.
Por último, la fórmula del golpe de Estado se completa con el apoyo masivo del capitalismo metropolitano. La llamada “comunidad internacional” se moviliza entonces contra el gobierno nacionalista que afecta sus intereses; una movilización que incluye el acoso económico, el masivo ataque a través de los medios de comunicación bajo el control absoluto de las grandes multinacionales, la intervención directa de sus agentes diplomáticos alentando a la oposición y financiando el sabotaje y la activa labor de ONGs y fundaciones sostenidas directamente por los gobiernos metropolitanos y apadrinadas generosamente por poderosos conglomerados económicos. Y cuando todo esto no es suficiente queda el recurso postrero de la invasión en defensa de la “democracia y el libre mercado”. Cuando ocurren los golpes de Estado es seguro que detrás de los golpistas se encuentran las embajadas de la “comunidad internacional”, las famosas “misiones militares” y los agentes extranjeros que coadyuvan, planifican y alientan la empresa subversiva.
Por supuesto, la estrategia golpista no siempre funciona. Si quienes dirigen el proceso de reformas socioeconómicas y defensa de la soberanía nacional organizan adecuadamente sus bases sociales, la contrarrevolución se verá ahogada por la inmensa marea humana de las mayorías. El fortalecimiento de la economía pública y de la función económica del gobierno así como la recuperación de los recursos naturales son armas útiles contra el sabotaje económico de la derecha. El trabajo de información y educación populares, el contacto directo con la población, la labor de formación política y organización de las clases trabajadoras y del pobrerío en general (tan importante en estos países) consigue neutralizar la manipulación mediática (Venezuela, Ecuador y Bolivia son buenos ejemplos de una lucha exitosa contra los medios), si es que antes los hechos mismos no se encargan de echar por tierra la intoxicación de la ciudadanía, como ha ocurrido en Estados Unidos respecto a la guerra de Irak. Las fuerzas armadas, solo excepcionalmente se neutralizan ante un gobierno de progreso pero pueden resultar sensibles al discurso nacionalista –al menos en sus bases y entre cierta oficialidad- de manera que es factible realizar reformas de calado que cambien la correlación militar de fuerzas. Por supuesto, las fuerzas populares pueden organizar sus propias milicias como garantía, pues sin el respaldo de la fuerza hasta la causa más legítima se convierte en fantasía. La amenaza externa también puede derrotarse si internamente las cosas se hacen bien y al mismo tiempo se consigue el apoyo de la población trabajadora de los países metropolitanos.
Fuente: Argenpress
Dick Emanuelsson: El pueblo rescató la democracia desde una base de la fuerza aérea hondureña
Miles de hondureños, encabezados por el presidente Manuel Zelaya Rosales, rompieron en la tarde del jueves las vallas formadas por centenares de soldados apostados en la base de la fuerza aérea hondureña en la capital de Tegucigalpa con un solo motivo; rescatar el material electoral secuestrado en la mañana por la fiscalía general de la nación.
El rescate fue totalmente pacífico y faltando dos días para votar en la consulta popular el domingo 28 de junio, los millones de papeletas rescatadas en la base militar, está siendo vigiladas en la Casa Presidencial por el creciente poder popular para que los enemigos de la Consulta Popular no puedan impedirla.
Golpe de estado técnico
Pero las clases sociales y todo el establecimiento hondureño se sentían muy victoriosos esta mañana (ayer jueves) cuando supieron que por fin las enormes presiones y el terrorismo mediático había dado fruto cuando el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Honduras, el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vásquez Velásquez, se tiró por atrás, diciendo que no iba a obedecer al comandante máximo de las FF.AA. el presidente Manuel Zelaya, que había ordenado a las FF.AA. de garantizar la vigilancia de la consulta popular el domingo 28 de junio. El presidente no quedaba otra alternativa que destituir el general que entonces fue acompañado por los jefes de las otras ramas de las FF.AA.
Pero la decisión presidencial fue “revocado” (Sic!) por una sentencia de la Corte Suprema de Justicia que al medio día ordenó al presidente con un día de restituir al general en su puesto. El júbilo en el Congreso Nacional entre los cuatro partidos de los cinco que tiene representación parlamentaría, no tenia limites. Al mismo tiempo informaron los medios masivos que los agentes de la Fiscalía habían decomisado todo el material electoral con urnas y papeletas en un hangar de la fuerza aérea hondureña. En ese momento se impuso un golpe de estado técnico y un vacío de poder.
¡“Que se vayan todos”!
Y para rematar la consulta popular y los últimos cinco meses que resta del mandato presidencial, el congreso nacional aprobó una moción del diputado del Partido Democracia Cristiana (DC), Ramón Velásquez Nazar, un oligarca dueño del aeropuerto en la capital, en donde el congreso seleccionó una comisión que se encargará de investigar al presidente de Honduras Manuel Zelaya, “debido a su conducta impropia por no acatar las disposiciones de los órganos jurídicos del País”. Contra esa moción se opusieron rotundamente los diputados Marvin Ponce y Tomás Andino del partido de izquierda ‘Unificado Democrático’, (UD).
Durante unas horas Honduras se ubicaba en una situación en donde la Corte Suprema de Justicia desplazó el ejecutivo al segundo plano y el legislativo conspiraba y e intrigaba contra la democracia representativa, que en verdad en Honduras no tiene mucha credibilidad. En las paredes de Tegucigalpa, San Pedro Sula y otros municipios del país se ve cada día más grafitis con la consigna como se veía antes en Argentina y Ecuador; ¡“QUE SE VAYAN TODOS”!
Fenómeno histórico en Honduras
Pero a las 14.00 horas, el presidente se dirigió al pueblo y a todos los movimientos sociales que se habían congregado alrededor de la casa presidencial para convocarlos a rechazar en forma organizada los serios intentos y maniobras de un golpe de estado en Honduras. Y el pueblo recibió el llamado de defender la república y la consulta popular y acompañó al presidente a un “destino desconocido” que era la base de la fuerza aérea.
Los rostros de los soldados y los mandos detrás de las rejas de la base expresaba incertidumbre y por qué no, miedo ante la masa de mujeres de las pobres colonias y cerros de Tegucigalpa, los indígenas lenca o los campesinos de Comayagua. Pero la “turba”, como en forma despreciable nombró el diario El Heraldo esta humilde pero combativa masa, nunca atentó contra los hijos del pueblo que son los soldados y los policías que viven en la misma miseria como los obreros y trabajadores de Honduras.
– Yo creo que es la primera vez que una gran masa hondureña entra a esta base militar. Este fenómeno histórico en Honduras nunca se ha dado, decía CARLOS REYES, candidato presidencial independiente de la izquierda revolucionaría de Honduras y al mismo tiempo presidente del sindicato más combativo, Stibys, que aglutina todos los obreros y trabajadores de Honduras en las instalaciones, entre ellas, la de Coca Cola.
– Y es más importante en cuanto que hoy, se viene rescatando un material para ejercer del parte del pueblo hondureño, un derecho que tiene como es el derecho de pronunciarse y darse su criterio y hasta eso nos quieren quitar.
* ¿Nada es gratis en esta lucha?
– Pues no, esto ya empieza, aquí no termina. Hay que ir como se llenan estas urnas, como se logre que la constituyente se instale. Y eso no es un proceso de noche a mañana sino nos va a costar pero acá es una gran lección política.
* ¿Se va a lograr instalar la Consulta el domingo o la oligarquía va a poder impedirla?
– Yo creo que ellos van a considerar su plan pero no creo que van a poder lograr si la gente y el pueblo se decida.
La clase obrera movilizada
El presidente de la clasista FUTH, Federación Unitaria de Honduras, JUAN BARAHONA, también es decisivo sobre ir a hasta las últimas consecuencias para que se realice la Consulta popular:
– La clase obrera esta movilizada y va a prestar el apoyo hoy y esta noche en la casa de gobierno para que las fuerzas armadas que se han negado de cumplir las órdenes del presidente, no se atrevan de dar un golpe de estado que sería nefasto para este pueblo. Hay miles de campesinos, obreros, pobladores, estudiantes, indígenas y en este momentos se aplazan de varios departamentos del país muchos buses para concentrarse en la casa del gobierno para ratificar el apoyo al presidente. Todo el material electoral va a ser entregados en este momento al presidente y a todo este pueblo que está aquí, exigiendo que se le entregue.
Hija del presidente en la pelea junto con el pueblo
En el acto también nos encontramos con la hija del presidente Manuel Zelaya, hija del presidente, XIOMARA HORTENCIA ZELAYA CASTRO, ‘La Pichuu’, y ella esta como todo el mundo, empapada por las lluvias tropicales que esta inundando la capital hondureña.
* Te vimos en vivo y directo en Telesur y Canal 8 (“gemelo” a Telesur en Honduras) junto con tu papá en donde expresaste a la gran masa que “la lucha no es para el presidente Zelaya sino para ustedes, el pueblo”.
– La propuesta de la Consulta Popular fue arrebatado en forma impresionante por el pueblo hondureño y es de ellos (400.000 hondureños han firmado con su firma y carné de identidad la propuesta). El presidente junto a su pueblo va a llevar la lucha hasta el final. Si no tuviéramos respaldo del pueblo estaríamos debilitados y sin moral. Pero tenemos el apoyo y el pueblo y el Dios en nuestro lado y es lo más importante.
– Esta lucha y la participación no es algo que yo, como hija del presidente, le deseo al pueblo hondureño sino algo que debemos reclamar.
Después tres horas en las torrenciales lluvias con el frio en la tarde, los camiones salieron de la base de la Fuerza Aérea llenos de material electoral para este domingo.
Sigue el sabotaje contra la consulta popular
Pero el enemigo a esta sencilla pregunta dirigida al pueblo hondureño no descansa. Mientras estaba terminando esta nota, los noticieros de la televisión y de la radio, que están en manos de dos familias oligarcas, Jorge Canahuati y Rafael Ferrari, acaban de informar que el Ministerio Publico, bajo el mando del fiscal general del Estado de Honduras, Luís Alberto Rubí, va a levantar actas penales contra cada uno de los que participen en la ejecución de la consulta popular este domingo en las 15.000 urnas de votación.
Es decir; cuando los funcionarios del estado al servicio de la oligarquía y los grupos del poder en Honduras no logran de impedir la consulta a través las presiones contra los generales que se tiraron por atrás, ni a través el decomiso del material electoral en la base porque fue rescatado por el pueblo, ahora amenaza al pueblo y los miles de hondureños voluntarios que este domingo, desde las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde, trabajarán en las mesas de votación para que el pueblo pueda opinar si quiere elecciones a una constituyente en el mes de noviembre, o no.
¿Cuál es el miedo que siente esa casta de “Jurasicos”, como los bautizó el presidente Zelaya este histórico jueves cuando el pueblo rescató la democracia que los serviles funcionarios estatales en manos y al servicio de los poderosos, había secuestrado?
Fotos 1; 2 y 3: Honduras – Golpe de Estado. El pueblo hondureño rescató todo el material electoral el jueves 25 de junio en la base militar de la Fuerza Aérea en Tegucigalpa. El material fue llevado a la casa presidencial donde esta bajo vigilancia de obreros, campesinos, indígenas y estudiantes. / Autora: Mirian Huezo de Emanuelsson.
Foto 4: Honduras – Golpe de Estado: Así informa el principal diario de la derecha hondureño, El Heraldo, como el presidente encabezaba el rescate del material electoral para la consulta popular tildándolo encabezar una “turba”. Esa “turba” rescató lo poco de la democracia hondureña que la oligarquía ha intentado de estrangular en un golpe de Estado.
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Olga Harmony: Dos obras de Chéjov
A la estúpida acometida contra las universidades públicas, que incluye a una UNAM que cuenta con los mayores reconocimientos en México y el extranjero, lo que parece no importar a las autoridades, se suma la amenaza que se cierne contra todo lo que signifique cultura científica y cultura artística. Los que saben de eso ya han indicado que rebajar los insultantes salarios de jueces, funcionarios y hasta legisladores podría tener un impacto en el gasto social. No creo, honestamente, que el INBA y la correspondiente Coordinación Nacional de Teatro luchen por mayores subsidios –como lo hace la UNAM y que repercutirá en sus tareas de difusión cultural– pero también creo que el insolidario gremio de los teatristas debe presionar para que se obtengan, porque en ello les va, literalmente, la vida creativa. Dejar de cuestionarse todo es la muerte del teatro y quienes por comodidad o temor dejen las cosas como están, serán culpables si su quehacer es sustituido por aficionados mediocres que se contenten con cualquier pequeña dádiva.
No muy lejano al tema anterior es hablar del proyecto Teatro en maleta
, en el que el grupo formado por Antonio Zúñiga en Uruapan, Michoacán, con el nombre de Puerta al Teatro (sin abandonar su grupo original, Al Borde Teatro de Ciudad Juárez) viaja a diferentes plazas con recursos aportados por diferentes instituciones michoacanas, lo que permite que el grupo madure. En Uruapan, en una antigua factoría pude asistir al inicio de este nuevo proyecto del inquieto Zúñiga con Rompecabeza de su autoría en dirección de Rodolfo Guerrero, con el que presentó en la Muestra Nacional de Teatro del año pasado su obra Mara de su escritura con Al borde teatro y su versión de Los locos de Valencia, esta última con su grupo de Uruapan. Es uno de los teatristas más reconocidos de los estados, autor, director y actor, siempre con propuestas claras y viables y ahora se aleja del tema fronterizo para dar a los actores y actrices –a juzgar por el programa de mano, muchas más actrices que actores– que está formando, la posibilidad de arribar a dramaturgias diferentes ya tenidas por clásicas, como estas dos deliciosas comedias chejovianas que, si mi memoria no me falla, no habíamos visto profesionalmente desde que las dirigió Seki Sano en 1953.
En un pequeño espacio –Espacio urgente 2– del Foro Shakespeare que no conocía y que se muestra ad hoc para estas pequeñas obras de cámara, Antonio Zúñiga y otros dos directores de escena, Abraham Jurado y Matías Álvarez, cuyo quehacer no se especifica, escenifica El oso en el que muestra su buen talante de actor en el papel de Gregory Stepanovich Smirnov, que a veces comparte con Abraham Jurado, y un nutrido grupo de actrices (Sandra Rosales, Ana Talavera, Brenda Estrada, Luisa Fernanda Ortiz y Mariana Gálvez) dobletean el rol de Elena Ivanovna Popova que yo vi con la encantadora Alejandra Garduño que encara con gracia a su maestro, y a Christian Cortés como el sirviente Luka. El mismo Christian Cortés, que dobla con Gustavo Linares, es el pretendiente Iván Vasilievich Lomov en La petición de mano en el que tocó a Mariana Gálvez incorporar con todo acierto a Natalia Stepanovna (que también encarnan Alejandra Garduño, Ana Talavera, Brenda Mayte López y Luisa Fernanda Ortiz) y el actor juarense José Andrade es Stepan Stepanovich Chubukov. El muy apropiado vestuario es de Sergio Ruiz.
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Marcelo Colussi: La leyenda de Holström
Cuando vio el primer borrador de guión Tom, el productor neoyorquino, –execrable obeso famoso por su condición de hostigador sexual, y por los millones de dólares que manejaba– no lo pensó dos veces:
–¡Perfecto! Este es el libro que necesitamos–
No era un buen lector; mucho menos, un intelectual –de hecho, escribía con abundantes faltas de ortografía–. Pero tenía un oportuno sentido de los negocios, y de un golpe de vista sabía si un libreto que llegaba a sus manos podía valer la pena o no. Entre sus producciones se contaban tres de los más recientes éxitos de Hollywood, todas películas caracterizadas por la grandiosidad, los efectos especiales y el escaso o nulo contenido argumental. Todas, por supuesto, daban mucho dinero.
–La gente quiere basura–, solía decir con aire de suficiencia.
Ante Tom era común que todos se amilanaran; enorme, de casi dos metros de alto y más de doscientos cincuenta libras de peso, su sola presencia impactaba. Pero más aún impactaba cuando abría la boca. Su vozarrón era atemorizador; y lo que decía –aunque nunca nada especialmente profundo–, como mínimo era hiriente. Tenía un modo impertinente de dirigirse; jamás pedía permiso ni perdón. Siempre se sentía dueño de la situación.
–¿Y quién es el autor de esto?– preguntó a su asistente.
Aunque Susan, la simpática jovencita texana, ya estaba acostumbrada a las brutales maneras de su jefe, siempre sentía un cierto temor ante las palabras de Tom Maverick. Nunca sabía cómo iba a reaccionar.
–Samuelsson, señor. El joven que vino por la oficina la semana pasada–, contestó no sin un secreto pesar, temerosa de alguna reacción inesperada.
–Samuelsson… ¿aquel sueco con cara de bobalicón?– espetó con altanería.
–Es noruego–, aclaró la secretaria.
–Bueno, no importa. Son todos unos blancos lechosos. ¡Llámalo inmediatamente, Susan! Quiero hablar con él–.
Dos horas más tarde el nórdico se presentaba en la oficina de Maverick. Más pálido que lo habitual –sin dudas por el nerviosismo–, a un mismo tiempo estaba alegre y preocupado. Sabía que podía haber buenas noticias, pero también deploraba trabajar con este productor. La propuesta, sin embargo, no le dejó espacio para la duda.
–¿Cómo le va, mi amigo Samuelsson? ¿Mucho frío por Suecia? Bueno, no importa; vamos al grano. Lo llamé porque me gustó su guión sobre ese faro embrujado. Ya lo tengo decidido: vamos a llevarlo a la pantalla–.
–¿De verdad, Sr. Maverick?–, preguntó con cara desencajada el buen noruego.
–¡Cómo! ¿No me cree lo que le estoy diciendo?– tronó rugiente la voz del productor.
–No, claro. Por supuesto que le creo. Pero…no me lo esperaba. ¡Gracias, Sr. Maverick!, muchas gracias–, agregó casi tartamudeando Samuelsson en un muy buen inglés.
–Bueno, bueno: sin sensiblerías, por favor. Y dígame… esa historia ¿tiene algo de real?–
–¿Por qué lo pregunta, Sr. Maverick?–, dijo atemorizado un tembloroso Samuelsson.
–¿Pero qué le pasa, mi amigo?–, respondió sorprendido el productor. –¡Tranquilo!, ¡tranquilo! Es que me parece muy imaginativa, realmente muy ingeniosa. ¡Mire si fuera cierto! La verdad es que lo felicito. Necesitamos guionistas así, creativos, que se dejen llevar por la fantasía. Bueno, hablemos de negocios…–
Luego de no más de un cuarto de hora donde Maverick apabulló a su interlocutor con datos, propuestas y afirmaciones tajantes, lo único que Samuelsson quería era huir de ese despacho. Sin pensarlo mucho –ya no tenía ánimo para hacerlo– aceptó todas las condiciones que el empresario le indicara. Por supuesto, obviamente, que ni siquiera sabía lo que estaba firmando.
Al día siguiente Maverick se dio a la tarea de poner en marcha el proyecto. Hacía mucho que en Hollywood no aparecía una película de esa naturaleza: –Hay que reflotar los fantasmas–, se dijo. Al poco tiempo la idea ya comenzaba a tomar forma, y el ritmo frenético una vez más marcaba la dinámica de todo su equipo. –A la gente le gustan estas estupideces–, se decía a sí mismo.
Ni siquiera se tomó la molestia de averiguar en algún atlas o en el Internet dónde quedaba Holström; en definitiva eso no importaba. La cuestión es que toda la historia sonaba bien, y hasta incluso el nombre (en noruego) tenía algo de intrigante para un mercado de habla inglesa, e incluso para otros. Todavía impresionado por la primera lectura –a partir de la que había tomado la decisión–, un par de días luego del encuentro con Samuelsson volvió a leer el guión, ahora más detenidamente. Y por primera vez luego de años pasó más de tres horas ante un libro sin poder despegarse. Más leía y más se sentía atrapado. Cuando se dio cuenta eran las tres de la madrugada; sólo, en el medio de su monumental mansión donde desde hacía un buen rato dormía ya toda la servidumbre, tuvo miedo.
–¿Pero qué te pasa, Tom?–, trató de darse valor a sí mismo. –Si las brujas no existen–.
El barco había naufragado hacía más de ciento cuenta años frente al faro de los fiordos de Holström en una furiosa noche de tormenta –según el relato de Samuelsson. Las circunstancias habían sido patéticas: el encargado del faro, Lars Peterson –viudo, profundamente enamorado de una joven quien no le correspondía en sus aspiraciones de matrimonio pero que, de todos modos, había quedado embarazada de él–, justamente por su desazón amorosa, la noche trágica había bebido como nunca. Tanto, que no estuvo en condiciones de prender las luces que debía poner a funcionar diariamente. Ante la falta de señalización, entonces, y dada la oscuridad más absoluta que caía sobre el mar, la embarcación no pudo orientarse y golpeó fatalmente contra unos arrecifes a escasos trescientos metros del faro. El naufragio sobrevino inmediatamente, y con las condiciones de tan mal tiempo que había, no hubo ni un solo sobreviviente.
Al día siguiente el viejo guardafaro fue removido de su puesto por motivo de la negligencia cometida. No fue tanto esto lo que lo afectó sino el saber que en la embarcación hundida iba su amada, Christina, embarazada de tres meses. Antes de zozobrar, la nave –que transportaba aceite de ballena y pólvora, y estaba a cargo del padre de Christina, motivo por el que ella estaba viajando en ese momento– ardió completamente, no pudiéndose nunca establecerse quiénes murieron calcinados y quiénes ahogados. El cuerpo de la joven no se encontró. Ya despedido, el viejo Lars pudo subir por última vez al faro que había cuidado por años, y desde lo más alto se arrojó contra los acantilados, encontrando así un final para sus insoportables tribulaciones. Cuenta la leyenda –según lo presentado por el guionista– que las noches oscuras y borrascosas salen en su búsqueda mutua los fantasmas de la joven Christina y del viejo Lars; pero como no desean ser vistos por nadie, si algún eventual observador tiene la desdicha de encontrarse en la escena, encuentra la más espantosa de las muertes a manos de los espectros. No quieren que su paz sea perturbada por nadie.
Fue curioso: después de recibido el cheque de pago por su guión, Samuelsson desapareció repentinamente y no se volvió a saber nada de él. De todos modos, una vez entregado el libro, su presencia no era importante para el rodaje. Maverick fue uno de los primeros en saber de la noticia, pero prefirió no decir nada al respecto. Incluso cuando fue entrevistado por dos agentes de la policía federal en el momento en que ya se comenzaba el rodaje –sin que nunca le quedara muy claro el motivo– el tema de la desaparición del noruego no se tocó.
Fueron elegidos para los papeles protagónicos George Kimberley –con un premio Oscar recientemente concedido en otra producción también de Tom Maverick– y la promesa ítalo-americana Betty Capriatti. El director –que para el caso era lo menos importante: como en general para todas las producciones hollywoodeneses hacía las veces de director de cámaras, y no más– fue un tímido pelirrojo, más conocido por su melena fosforescente que por sus dotes de cineasta, en todo caso personaje olvidable: Bill Matthew.
Aunque en principio el productor insistió con que toda la realización se podía hacer en suelo estadounidense, finalmente accedió y el rodaje se hizo en Noruega. En territorio de los Estados Unidos ya no era fácil encontrar un faro con las características del que se precisaba para el caso. Los fiordos de Hosltröm vieron así llegar una banda de ruidosos american girls and boys.
Estando en suelo noruego el productor fue informado que el cheque de pago dado a Samuelsson –que era una suma nada desdeñable para quien se suponía debía necesitar todo ese dinero– aún no había sido cobrado. No le importó mucho, pero tuvo la intuición que algo fuera de lugar estaba pasando. –Estos suecos son todos unos excéntricos– fue lo primero que se le ocurrió decir. Pero fue más lo que prefirió callar.
El viejo faro de Holström, todavía en actividad pero pronto a ser reemplazado por balizas satelitales, podría haber sido reproducido a la perfección en estudios; sin dudas, con efectos especiales se hubiera podido replicar fielmente cada uno de sus ladrillos mohosos, la espuma con sal y yodo que inundaba en forma perenne todo el ambiente, las neblinas polares. Pero la presencia real de esa reliquia arquitectónica tenía algo imposible de ser captada por una computadora. Tenía, aunque no se pudiera precisar por qué, un aire lúgubre. Maverick, aunque a nadie se lo dijo –para ese momento su asistente también hacía de pareja, pero tampoco a ella se lo comentó– tuvo una intuición que lo angustió.
–¿Pero qué me pasa? ¿De dónde estoy sacando esa locura?–, se dijo a sí mismo sin creer en lo que pensaba. En realidad no lo pensaba; más bien las ideas se le aparecían a su pesar. Un escalofrío lo sorprendió a la madrugada, cuando dormía entre los brazos de Susan, su secretaria-amante. –No, no es posible–, trató de razonar, e intentó seguir durmiendo, cosa que, por cierto, no logró. Una vez más tuvo que acudir a una fuerte dosis de tranquilizantes, como le pasaba cada vez que estaba ansioso –lo cual no era nada raro.
La primera semana de estadía en Noruega pudieron trabajar poco. En realidad esperaban tener mal tiempo, porque eso era lo que se necesitaba para mostrar el faro: la neblina, el mar encrespado, el viento. Pero nada del clima esperado se dio. Por el contrario resultaron unos días de sol espléndidos, y las noches eran claras como hacía años no se veían. Para poder llegar a Holström debieron hacer todas las gestiones del caso con la marina de guerra de Noruega, la que les facilitó la correspondiente logística. Desde el momento que en Oslo se supo del proyecto de una productora de Hollywood de filmar una película en los fiordos más septentrionales del país, no cesó la curiosidad. Incluso un par de canales de televisión le dieron cobertura al hecho mismo del rodaje.
Ya instalados en la localidad –era un grupo de más de veinte personas– algunos lugareños se acercaron a los bulliciosos visitantes. A veces en un precario inglés, otras valiéndose de una traductora especialmente contratada, los estadounidenses encontraron un clima algo extraño; no era rechazo en sentido estricto, pero tampoco era la mayor de las hospitalidades. Había una cuota de lejanía, de distancia. Un viejecito de gastada piel y casi ciego –apellidado Samuelsson, según luego se informó– esbozó una sonrisa insólita al saber del propósito de los extranjeros. Sonrisa que a Tom Maverick le volvió a hacer sentir el escalofrío de algunos días atrás.
Finalmente vino el tiempo que se estaba esperando: los días, y las noches en especial, de bruma cerrada, de ventiscas y marejada amenazante, llegaron para quedarse.
Todo el grupo dormía en un albergue –en realidad el único disponible– de la pequeña localidad de Holström. El pueblito era un lugar pintoresco, dedicado fundamentalmente a la pesca y con muy ocasionales visitas turísticas. La traductora había viajado con el equipo de actores, director y asistentes desde la capital del país.
Cierta noche, alrededor de las diez y cuando ya todos habían cenado dando fin a una intensa jornada de trabajo, el viejo Samuelsson, aquel de la sonrisa extraña, llegó hasta el hotel. Nadie estaba con muchas ganas de hablar con él; de hecho, no se comunicaba en inglés, por lo que fue la traductora –Sofía Franklin– quien se dignó atenderlo.
Conversaron poco, unos escasos minutos. Terminada esa improvisada charla en una esquina del salón del albergue, sigiloso como llegó desapareció el insólito anciano.
Algunos dicen que toda la noche permaneció prendida la luz del cuarto de Sofía –quien dormía sola. La escucharon levantarse cantidad de veces, ir al baño, caminar por su habitación. Hubo quien dijo haber escuchado algún sollozo. Al día siguiente, muy temprano, el encargado del hotel manifestó haberla visto salir; no le prestó mayor atención al hecho. Iba sin valijas, por lo que nada le hizo sospechar algo llamativo. Lo cierto es que desapareció súbitamente.
Había carretera que comunicaba el pueblito con el resto del país; pero no había servicio de autobús. El grupo había llegado por mar, con ayuda de la marina; y estaba previsto que de la misma forma se regresara. Nunca se supo más nada de la joven traductora.
Se tejieron las más esotéricas explicaciones; finalmente todos optaron por quedarse con la que terminó siendo la oficial: alcohólica recuperada como era, tuvo una recaída y no pudo con su vieja práctica. Si bien nadie supo de dónde provino esa explicación, todos la aceptaron. Para muchos fue casi simpático el hecho; para Tom fue terrorífico.
–¿Pero qué pasa que todos desaparecen?–.
Con carácter compulsivo corrió urgido hacia su computadora portátil; quería saber –no podía esperar más tiempo– si el cheque del guionista había sido cobrado. Y la angustia nuevamente volvió a apoderarse de él. No entendía por qué no se presentaba el documento.
–¡Tendría que haberlo cobrado ya! ¿Qué le habrá pasado?–
La caracterización de los actores principales –George y Betty– como espectros no podía estar mejor lograda. La actuación no era buena –casi podría decirse que era espantosa; pero no era eso lo que más contaba. Lo que se buscaba –lo que Tom realmente quería, y por tanto lo que buscaba el director Matthew– era crear un clima terrorífico; no importaba tanto la calidad estética del producto, y menos aún la hondura de su trama. Los actores y la dirección eran simples eslabones en la cadena de la producción; para el caso importaba más el faro que el argumento de toda la película.
Sin dudas el legendario faro asustaba por sí mismo. Soberbio sobre lo alto de un ríspido peñasco, su solitaria presencia transmitía una sensación tétrica que muy bien había sabido captar la cámara. De los actores-fantasmas lo que más resaltaba –quizá lo único– era su aspecto de seres sobrenaturales. La sensual ítalo-americana había confesado que le daba mucho miedo pensar que tenía que representar a un fantasma. Eso, que podía ser del peor gusto en cierto ámbito, para una película efectista como la que se estaba rodado –”La leyenda de Holström” llevaría por título– tenía un inestimable valor publicitario. Tom pensó que esta declaración, sumado a las llamativas desapariciones del guionista y de la muchacha que oficiaba de traductora durante la filmación, podían ser elementos que reforzaban el terror buscado, y que a la larga atraerían más público. De eso se trataba en definitiva: que muchos, la mayor cantidad posible, la humanidad completa si se podía, rindiera su tributo en la taquilla de los cines.
Esa tarde nevó. No era común para esa época del año, así que se produjeron algunas pequeñas complicaciones prácticas con los vehículos que transportaban al equipo los cuatro kilómetros que los separaban del faro. Por la noche se filmaría la escena –quizá la más romántica de toda la película– donde los fantasmas se besaban. Betty estuvo rara durante toda la sesión de rodaje. No debía hablar una sola palabra, solo actuar gestualmente.
La escena del encuentro de los espectros enamorados tuvo un patetismo memorable; si bien en el guión sólo estaba indicado que la joven Christina quería llevar a su amante, el anciano guardafaro, hacia el lugar del naufragio, no había mayores precisiones de cómo hacerlo. Eso quedaba librado a la dirección actoral, o al talento escénico de la protagonista. La forma en que Betty arrastraba a George –es decir: el viejo Lars– hacia las olas embravecidas era conmovedor: una mezcla de sensual pasión y fuerza endemoniada. Tan conmovedor, tan expresivo que en un momento el mismo actor pidió con gritos de desesperación detener la toma. Como todos pusieron interés en él –realmente se lo veía acongojado– nadie reparó en lo que hacía la diva. Al cabo de un rato, y ante la gran sorpresa de todos, saludaba agitando los brazos desde lo más alto del faro.
–Terminamos por hoy, volvemos al hotel–, gritó Bill invitándola a descender.
Como no regresaba, un ayudante de sonido decidió subir a buscarla. Convinieron en que todos los demás se adelantaban, y que el amable muchacho –Pit, joven de ojos inocentes y tatuaje en la frente–, luego de solicitar el correspondiente permiso a las autoridades del faro, volvería con Betty en el vehículo que les dejaban, el jeep más pequeño.
Si todos habían quedado sorprendidos ante lo recién vivido en los fiordos, más grande aún fue la sorpresa al regresar al hotel. El encargado, con rostro circunspecto, les dijo que ya había llamado a un médico de otra localidad –distante unos cuarenta kilómetros–, y que consideraba que la crisis de la señorita Capriatti seguramente se debía al exceso de trabajo y poco descanso.
Mirándose atónitos unos a otros, fue Tom el primero en rugir una respuesta:
–¡Por el jodido demonio! ¿Qué crisis?–
Algo atemorizado por la reacción, el conserje balbuceó con temor, tartamudeando:
–Es que…¿cómo?, ¿no lo sabían? Este…la señorita Capriatti tuvo una descompostura, está inconsciente. Yo pensé que ustedes habían decidido dejarla…no sé, por su trabajo. Fue ella la que me llamó hace un rato, mareada, un poquito perdida–.
No salían de su asombro. Repentinamente, George se puso lívido y cayó desmayado. Tom pensó, sin atreverse a decirlo: –”La leyenda de Holström”, filmada con fantasmas de verdad–. Le pareció demasiado atrevido para expresarlo. En el mismo momento en que se le ocurría su sarcástica frase publicitaria, pensó en Pit y en el rescate de… –¿quién era entonces?–. Al instante tres varones del grupo corrieron hacia uno de los vehículos para regresar al faro.
Cuando llegaron, ahí estaba el jeep rojo. Luego de discutir un poco con los dos guardias navales que custodiaban el faro –apenas hablaban inglés–, quedó claro que Pit nunca intentó entrar a la instalación. En realidad les había llamado la atención a los dos custodios que dejaran abandonado uno de los vehículos sin decir una palabra, pero de todos modos no le habían dado mayor trascendencia al asunto. Del joven sonidista no se volvió a saber nada.
El material recogido era ya suficiente para permitir montar varias películas. Por lo tanto esa misma noche Tom decidió que regresaban. Se puso la denuncia formal de la desaparición de Pit, y por tres días la guardia costera y la policía noruega buscaron sin éxito alguna pista. De todos modos todo el personal tenía seguro de vida; –no hay nada de que preocuparse–, se dijo el productor.
Aunque nadie de los que había formado el grupo se lo propuso en forma explícita, el silencio sobre el asunto cayó sobre todos ellos. A la familia de Pit se le contó una versión creíble respecto a un accidente, y ahí terminó la cosa.
Si bien la veintena de personas que había tomado parte en el trabajo en Noruega –desde la pareja de actores principales hasta los diversos técnicos– tenía un contrato laboral que lo ligaba a esta producción, de buen grado todos hubieran dejado ahí el vínculo, sin importarles perder dinero. De una manera inexplicable, todos –incluido el productor Tom Maverick– prefirieron no mencionar más nada de todo esto. A nadie interesaba ya presentar la película terminada. Lo sucedido la última noche había sido demasiado.
En todo caso, fueron circunstancias externas y más bien fortuitas las que reflotaron la idea de finalizarla.
Betty Capriatti, la ya bastante famosa diva, había tenido un episodio patológico debiendo ser hospitalizada. Se trataba de un brote psicótico; fue ahí donde para Tom se hicieron claras anteriores conductas de la muchacha. Siempre la había visto algo rara, y ahora la historia clínica presentada por el psiquiatra tratante lo confirmaba.
–Se trata de una estructura esquizo-paranoide, con desdoblamiento de la personalidad. En el estado semi delirante que está cursando ahora insiste en un asesinato que cometió en un faro en el polo norte, en Noruega–.
–¿Qué más le dijo al respecto, doctor?–, se interesó Tom.
–Pues que estando en pleno rodaje de una película de terror tuvo un acceso delirante; dice no recordarlo bien, pero sabe que trepó a un faro, una noche de borrasca, luego bajó y, sin saber cómo, empujó a un compañero de trabajo –insiste en que el nombre era Pit– al mar. Se asustó, y en vez de socorrerlo, volvió al hotel donde se alojaba–.
–Doctor, ¿y puede ser cierto todo eso?–, se apuró a preguntar Tom, no sin angustia.
–Por supuesto. Mire, por lo que estoy viendo de la historia de esta muchacha, todo lo que ha contado, aunque suene estrafalario, es verídico. La angustia no miente, las alucinaciones son alucinaciones, pero no mienten–.
Asombrado por las explicaciones del médico, Tom creyó entender lo que había pasado en Holström.
–¡Por supuesto! Era la pobre Betty, loca como estaba. ¿De dónde sacamos que eran fantasmas?¡Qué estúpidos!–
Uno por uno fue entrevistando a todos los que habían tomado parte en el equipo de la filmación del faro, y a cada uno les explicó lo que en verdad había sucedido. Mientras, Betty seguía su recuperación en una prestigiosa clínica psiquiátrica, el resto del grupo estuvo de acuerdo en darle fin a la película. No se necesitaba rodar nuevo material; el existente alcanzaba. La actriz también aceptó. Era sólo cuestión de montar lo que había.
Y así se hizo.
Dos meses más tarde “El fantasma de Hosltröm” se presentaba en el medio de una agresiva campaña publicitaria. En las dos primeras semanas de exhibición ya había pasado a ser un éxito económico sin precedentes; tanto, que se llegó a hablar de una segunda película. “El retorno de los fantasmas”, “El faro sigue con vida”, “Los espectros no han muerto” fueron algunos de los títulos que comenzaron a pensarse como posibles para la continuación.
Si bien cinematográficamente la película no aportaba nada nuevo ni tenía una especial carga estética, había logrado impactar. Unos meses más tarde, habiéndose ya recuperado Betty Capriatti y teniendo decidido Tom una segunda entrega bajo el título de “Holström II”, la película fue nominada para el Oscar.
La noche de entrega de los galardones, sin saber aún que “El fantasma de Holström” ganaría dos estatuillas, cuando estaba llegando la aristocracia de la farándula de Hollywood a la magnífica sala en que tendría lugar el acto de premiación, nervioso y apretujado por un traje de gala que le remarcaba de forma payasesca su gordura, Tom Maverick recibió de manos de una desconocida una carta que no quiso leer en el momento, pero que finalmente aceptó abrir a instancias de la insistencia de su amante-asistente.
Unos minutos antes que el director Bill Matthew fuera llamado al escenario, Tom pudo leer mientras sus manos le temblaban:
–Está loca, pero no fue ella. Y no soy sueco. Soy noruego–. Junto a la carta venía, partido por la mitad, el cheque por diez mil dólares nunca cobrado a nombre de Peter Samuelsson.
* Tomado de “Nosotros, los mediocres”, Guatemala, 2004 (Mención especial en el Concurso de Cuentos del Instituto Iberoamericano de Cultura Mario Vargas Llosa)
* Fuente
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Carlos Fazio: No a la impunidad
Con gran profusión, algunos hechos del pasado reciente reaparecen en muchas latitudes, y asoma el gesto inaugural del poder totalitario que define al enemigo interno: el indígena, el insumiso, el pobre, el migrante, el extranjero como sinónimo de terrorista, con la intención de imponer una verdad única en la lógica del orden instituido y como estrategia de poder y prácticas rutinarias del neoliberalismo de guerra de Washington y sus peones, con sus leyes de punto final y sus archivos secretos del horror; con la impunidad como política de Estado; con sus vuelos de la muerte y sus cárceles clandestinas; con sus falsos positivos
, como en la trágica Colombia bajo control de la narcoparapolítica uribista; con sus renovadas doctrinas de seguridad y sus fachadas y limbos jurídicos que criminalizan la protesta, la disidencia y a los luchadores por la liberación nacional a los que clasifica como sediciosos o combatientes enemigos carentes de derechos, como en Guantánamo, Abu Ghraib, el Cauca, Chillan en Chile o Acteal, Aguas Blancas, Atenco, Oaxaca, Pasta de Conchos o Puebla en la geografía mexicana.
El silencio es aliado o cómplice del terror. La palabra engendra esclarecimiento. La resistencia a saber, individual y colectivamente, y el asco y el miedo que despiertan la cárcel, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones, los genocidios, nos invitan a huir de esos temas. Por eso, a partir del testimonio de las víctimas, del esclarecimiento de la verdad y la recuperación de la memoria histórica, es necesario comprender qué ocurrió y cómo ocurrió. Porque documentarlo, sistematizarlo y compartirlo nos permitirá saber qué está ocurriendo hoy, cuando la potencia hegemónica, Estados Unidos, con la complicidad de algunos estados clientes –Colombia, México y Perú en la coyuntura–, lleva a cabo de facto una reconfiguración del mapa geopolítico hemisférico en beneficio del complejo militar industrial.
Con sus tratados de libre comercio, su Plan Puebla-Panamá, su Plan Colombia y su Iniciativa Mérida, las nuevas empresas colonizadoras del imperialismo asociado buscan aterrizar sus megaproyectos y sus contrarreformas agrarias, como renovada forma de apropiación territorial violenta para el saqueo de recursos naturales en nombre del dios mercado y en clave de contrainsurgencia.
Con su Escuela de las Américas, sus guerras sucias y sus matanzas manu militari de indígenas, como en Bagua, en la Amazonia peruana, y antes en Cobija, Pando, en el trópico boliviano, o en el Chocó colombiano, el sistema busca perpetuarse y reproducir sus intereses. Mientras impulsa golpes suaves, revoluciones de colores, guerras de cuarta generación y secesionismos en Santa Cruz, Zulia y Guayaquil, fabrica estados fallidos con sus Eliot Ness de ocasión y reconfigura su red de bases castrenses y sus centros operativos de avanzada, ordena el regreso de la Cuarta Flota y multiplica los ejercicios militares.
Con sus paramilitares y mercenarios disfrazados de contratistas privados; con su guerra reguladora a las drogas, sus mafias y sus padrinos; con sus Sucumbíos, sus Atencos y sus Parotas; con sus cercos de hostigamiento contrainsurgente a los zapatistas en Chiapas y a los comuneros de la Nación Mapuche en Cautín, Malleco, Temuco y la Araucania chilena; con sus feminicidios; con su racismo, discriminación y arrasamientos culturales; con su terrorismo mediático y sus oligopolios al estilo Televisa o Globovisión; con sus oscurantistas adoctrinadores tarifados tipo Mario Vargas Llosa y Enrique Krauze, Estados Unidos y sus capataces locales imponen sus normas. Sus tribunales clasistas que legalizan
la impunidad a través de las fronteras nacionales, con sus leyes antiterroristas y sus supremas cortes de opereta, que sancionan impunidad arriba y terror abajo, en tanto instalan por doquier sofisticados sistemas de control y vigilancia electrónica de red en el contexto de la tolerancia cero de la doctrina Giuliani.
Conocer el origen y la naturaleza del dolor, los mecanismos del terrorismo de Estado y del discurso del poder que justifica la barbarie y el odio al otro, al diferente, implica quizás desarmar su lógica de manera preventiva, su vigencia hoy y su eficacia. Frente a la situación del horror renovado, lo que el sistema propone es huirle por asco y miedo. No hacerlo exige vigilancia, requiere una alerta constante.
El silencio y el olvido, la indiferencia y la impunidad favorecen la persistencia y reproducción de la violencia y el terror de Estado. Por eso es necesario identificar todas las formas de impunidad vigente en sus dimensiones militar, jurídica, económica, cultural y comunicacional, para empezar a elaborar un diccionario del horror; para crear una red de redes de las organizaciones de víctimas que diseñen estrategias de denuncia, defensa social y propuestas de acción comunes, y constituyan un Tribunal Autónomo Continental para juzgar los crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como a sus autores y ejecutores.
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Alejandro Teitelbaum: Abrumador rechazo popular a la Europa del gran capital
En las elecciones para el Parlamento Europeo del 7 de junio se ha registrado la tasa de abstención más elevada desde 1979. Desde esa fecha, en que la abstención fue del 40%, ésta no ha cesado de aumentar hasta alcanzar el 7 de junio casi el 60% como media europea. Desde el 80% en Eslovaquia y el 73% en Polonia y en Rumania hasta una baja tasa de abstención en los países donde el voto es obligatorio, pasando por el 60% en Francia y el 58% en Alemania.
La clase política europea pretende ignorar este claro mensaje de los pueblos que no quieren una Unión Europea tal como existe actualmente.
Ha sido, sin duda alguna, un claro rechazo a la Europa ultraliberal al servicio del gran capital, encarnada en las instituciones y en la práctica de la Unión Europea.
I. Las instituciones de la Unión Europea
Las tres instituciones principales de la Unión Europea son el Consejo de la Unión Europea, la Comisión y el Parlamento. Los miembros de este último son elegidos por el voto directo de los ciudadanos de los Estados Miembros.
1.El Consejo de la Unión Europea (antes Consejo de Ministros) está constituído por los primeros ministros o Jefes de Gobierno de los Estados Miembros de la Unión Europea. Sólo en algunas ocasiones participan en las reuniones los primeros ministros o jefes de Gobierno, pues a sus reuniones periódicas asiste el ministro correspondiente de cada uno de los gobiernos según sea el tema a tratar (en temas de agricultura, asistirán los ministros de agricultura, etc).
El Consejo toma sus decisiones, según establezcan los Tratados, por unanimidad, por mayoría cualificada : se asigna a cada Estado miembro un número de votos (voto ponderado), que es la forma en la que se toman las decisiones más importantes, y por mayoría simple para las decisiones de procedimiento.
2. El Parlamento, elegido por el voto directo de los ciudadanos, no tiene sin embargo el poder de iniciativa en materia legislativa, que corresponde en lo esencial a la Comisión Europea.
3. La Comisión Europea es algo así como el Poder ejecutivo de la Unión Europea, aunque también con amplias facultades legislativas (directrices, reglamentos y decisiones) espacio en el que tiene la iniciativa en las cuestiones fundamentales.
El Consejo de la Unión Europea designa, por mayoría calificada, al Presidente de la Comisión Europea y dicha designación se somete a la aprobación del Parlamento Europeo. El Presidente designado de la Comisión nombra, en consulta con el Consejo de Ministros , a los 27 Comisarios que componen la Comisión (uno por cada Estado Miembro). El conjunto de los miembros de la Comisión recibe la aprobación del Parlamento por mayoría simple, tras una serie de comparecencias de cada comisario ante las diferentes comisiones parlamentarias competentes. Al final de este proceso el Consejo de Ministros nombra a la Comisión en su conjunto, por mayoría calificada.
La función principal de la Comisión consiste en proponer y poner en práctica las políticas de la Unión Europea, vigilar la aplicación de los tratados europeos y tiene el quasi monopolio del derecho de iniciativa en el llamado « primer pilar » de la Unión Europea, que son sobre todo los temas económicos básicos, lo que le permite pesar en las decisiones del Parlamento y del Consejo de Ministros. Incluso el artículo 250 del Tratado Constitutivo de la Unión Europea requiere un voto unánime para que el Consejo de Ministros modifique una propuesta de la Comisión.
Pero, como pequeña compensación, el Parlamento y el Consejo de Ministros pueden pedir a la Comisión que adopte normas en alguna materia.
En los llamados segundo y tercer pilar la Comisión comparte el derecho de iniciativa con el Consejo de Ministros.
Existe el procedimiento de codecisión (Comisión, Consejo y Parlamento) pero en los hechos quien orienta la política de la Unión Europea es la Comisión, por razones institucionales y también porque las tendencias neoliberales y privatizadoras son compartidas por los Gobiernos conservadores, socialistas y de coalición conservadores-socialistas de los países de la Unión Europea, que entre ambos tienen el control total de las instituciones europeas.
Prueba de ello es que desde que se introdujo el procedimiento de codecisión en 1995, el Parlamento rechazó hasta 2004 dos proyectos sobre 420. Los 418 restantes se aprobaron en primera o en segunda lectura o después de un procedimiento de conciliación.
Así es como la política de la Unión Europea es consecuentemente ultraliberal y al servicio del gran capital y su ejecutante es la Comisión Europea.
El Proyecto de Tratado Constitucional europeo, destinado a dar jerarquía constitucional a la política neoliberal dominante en Europa, fue preparado por una asamblea de personas cooptadas y el texto definitivo del proyecto fue aprobado por los jefes de Estado y de Gobierno. No hubo participación de los ciudadanos, salvo en los países donde se decidió someter el texto a referendo, para su rechazo o aprobación. Para su entrada en vigor el proyecto requería la aprobación unánime de los Estados miembros. Pero en los referendos celebrados en Francia y Holanda fue rechazado por la mayoría de los votantes, de modo que el proyecto quedó archivado.
El Proyecto no proporcionaba respuesta alguna a los problemas sociales que se plantean actualmente en Europa : al amparo de la « libre circulación de mercancías, servicios, industrias, personas y capitales » la formación de enclaves industriales modernos en los países pobres del Este de Europa con salarios entre 5 y 10 veces inferiores a los de los países ricos del Oeste, la persistencia de una alta tasa de desocupación en esos mismos países y, como contrapartida, la caída de los salarios, el deterioro de los derechos laborales y el aumento de la jornada de trabajo y de la desocupación en los países más desarrollados del continente europeo.
Si hubiera entrado en vigor, para su ulterior reforma hubiera necesitado el acuerdo unánime de todos los Estados miembros, de modo que su enfoque neoliberal y antisocial hubiera resultado prácticamente inmodificable.
Después del rechazo del proyecto de Constitución Europea se elaboró un nuevo texto que firmaron los Gobiernos europeos en Lisboa el 13 de diciembre de 2007.
Para evitar los tropiezos sufridos por el Proyecto de Constitución en los países donde hubo referendos, esta vez todos los Gobiernos evitaron la consulta popular y el Tratado de Lisboa fue aprobado en todos los países por vía parlamentaria, salvo en Irlanda donde se sometió a referendo (porque asi lo dispone la Constitución) y fue rechazado.
La entrada en vigor del Tratado (que requiere la aprobación unánime de los Estados Miembros) estaba prevista para el primero de enero de 2009, pero debió postergarse a causa del rechazo de Irlanda, que, en principio, convocará a un nuevo referendo, previsto para el segundo semestre de 2009.
Salvo algunos cambios institucionales positivos (aumento de algunas prerrogativas, más bien formales, del Parlamento Europeo, resguardo en algunos aspectos de las facultades soberanas de los Estados nacionales), el Tratado de Lisboa no modifica la orientación prevaleciente de la normatividad europea vigente (Tratado instituyendo la Comunidad Europea, Roma 1957 y Tratado de la Unión Europea, Maastrich, 1993) y de la práctica de las instituciones europeas, poco democráticas y al servicio del gran capital.
II. La Unión Europea en la práctica.
1. Privatización de los servicios públicos.
Con sus directivas, la Comisión Europea, que trabaja en equipo con la Mesa Redonda de los Industriales Europeos – ERT (las transnacionales Volvo, Olivetti, Siemens, Unilever y otras), ha impulsado la privatización de las industrias más dinámicas y rentables, como las telecomunicaciones y las comunicaciones electrónicas y de numerosos servicios públicos, como el gas, la electricidad y el correo (privatizaciones ratificadas por el Parlamento Europeo).
La ideología subyacente de estas políticas está explicada en un documento de la Comisión Europea: “la participación activa de las industrias de servicios en las negociaciones es crucial para permitirnos alinear nuestros objetivos de negociación con las prioridades de las empresas. El AGCS (Acuerdo general sobre el comercio de servicios -OMC) no es solamente un acuerdo entre gobiernos. Es ante todo un instrumento en beneficio del mundo de los negocios”.
Con esta concepción se han privatizado la mayor parte de los servicios de provisión de agua potable y de saneamiento y están en la línea de mira la salud y la educación.
Más allá del círculo relativamente estrecho de la Mesa Redonda de los Industriales Europeos, las grandes empresas transnacionales europeas, agrupadas en la UNICE -Unión de las Confederaciones Industriales y de Empleadores de Europa- controlan estrechamente a la Comisión europea y los 39 miembros de la organización patronal mantienen representaciones permanentes en Bruselas y un verdadero ejército de « lobbystas » para influir sobre las decisiones de la Comisión. Veamos qué dice la UNICE de sí misma :
La UNICE es la voz del mundo de los negocios ante las instituciones de la Unión Europea. Sus 39 miembros son las organizaciones industriales multisectoriales y las organizaciones de empleadores de 31 países europeos y representa más de 16 millones de empresas, sobre todo pequeñas y medianas. La UNICE es también un interlocutor en el diálogo social europeo a nivel de la Unión Europea. La tarea principal de la UNICE es informar e influenciar los procesos de decisión en la Unión Europea, a fin de que las políticas y las propuestas legislativas con un efecto sobre la actividad económica en Europa tengan en cuenta las necesidades de las empresas. La primera prioridad de la UNICE es promover la competencia en el medio económico y la inversión a escala europea , el único camino para alcanzar un desarrollo más elevado y un empleo duradero. El mundo de los negocios necesita una Comisión eficaz. (http://www.unice.org/ Le porte-parole des entreprises en Europe).
2. Otros aspectos de la práctica de la Unión Europea.
a) Industria de armamentos.
En 2004 la Comisión Europea publicó un “Libro verde” titulado “Los contratos públicos de la defensa”en la perspectiva de abrir a la “libre competencia” la compra de material militar.
El 7 de diciembre de 2006 la Comisión emitió nuevas directrices tendientes a limitar las excepciones a la «libre competencia» en materia de contratos con la industria militar, con el propósito proclamado de continuar «liberalizando » dicho sector.
Esta presión a favor de la liberalización del sector vendría de los mismos industriales del armamento.
¿Quiénes son estos industriales del armamento?El diario Le Monde del 14 de julio de 2005 (Les fonds américains irriguent l’industrie de défense européenne) informaba que poderosos fondos de inversión americanos, Blackstone, KKR, One Equity Partner entre otros, están tomando el control de sectores de la industria europea vinculadas a la defensa: QinetiQ, Bofors Weapons, Gemplus…
b) Pluralismo en los medios de comunicación.
Como respuesta a la preocupación expresada en diversas ocasiones por miembros del Parlamento Europeo y por algunas ONG de que la concentración en la propiedad de medios de comunicación en algunos países de la UE da lugar a un “enorme poder de creación de opinión pública” y excluye los puntos de vista alternativos, la Comisión Europea, en un informe de enero de 2007, sostuvo que la tendencia a la concentración en la propiedad de los medios de comunicación y la entrada de grandes grupos internacionales en el mercado comunitario no implica necesariamente una reducción en el pluralismo informativo.
Agregaba la Comisión que el hecho de que propietarios extranjeros tengan un papel importante en algunos mercados no supone necesariamente “una amenaza al pluralismo de los medios”.
c) OGM.
La Comisión Europea puso fin a la moratoria resuelta en 1998 para todos los OGM y comenzó a autorizar algunos transgénicos. Así, en mayo de 2004 autorizó la importación del maíz dulce OGM Bt 11 destinado a la alimentación humana, a pesar de la oposición de la mayoría de los Estados europeos y desde setiembre de 2004 la misma Comisión agregó 31 variedades de maíz transgénico Monsanto MON810 al catálogo común de semillas de la Unión Europea.
Un documento de Amigos de la Tierra y Greenpeace cita informes científicos que mantuvo secretos la Comisión Europea, para demostrar que ésta, mientras por un lado se apoya en dichos informes para invocar las incertidumbres existentes sobre las consecuencias de los OGM para el medio ambiente y la salud en el litigio comercial que opone Argentina, Canadá y Estados Unidos a la Unión Europea en la Organización Mundial de Comercio, por otro lado, para autorizar la introducción de transgénicos en Europa, adopta la posición contraria y se basa en los informes y evaluaciones favorables a los OGM de la transnacional Monsanto. El documento de las dos organizaciones concluye que “la Comisión Europea más bien favorece los intereses de las industrias biotecnológicas que la protección del medio ambiente y de la salud humana”.
d) Biocarburantes.
Pese a los reconocidas consecuencias nefastas de la producción de biocarburantes sobre el precio de los alimentos y sus efectos prácticamente nulos contra la contaminación ambiental, la Comisión, el Consejo de Ministros y el Parlamento europeos han aprobado resoluciones relativas al fomento del uso de biocarburantes.
Excepcionalmente se levantan voces entre los diputados de los grupos mayoritarios (Partidos socialistas y conservadores) para tratar de modificar algún aspecto de las políticas de la Unión Europea. Por ejemplo algunos diputados están pidiendo una revisión en la política de promoción de los biocarburantes.
En abril de este año, el Parlamento Europeo logró rechazar definitivamente la directiva del Consejo de Ministros de la Unión Europea de junio de 2008 que mantenía la jornada laboral de 48 horas, pero autorizaba a que en virtud de acuerdos individuales entre empresarios y trabajadores, se pudiera aumentar la jornada laboral hasta 60 horas semanales, calculadas como media durante un periodo de 3 meses, e incluso hasta 65 horas en el caso de guardias médicas. Según esa directiva , se podrían incluso superar las 60 y las 65 horas semanales de trabajo en el caso de un acuerdo entre los interlocutores sociales o si así lo establece el convenio colectivo. No sería sorprendente que la Comisión y/o el Consejo reintroduzcan bajo otra forma esta directiva para autorizar el aumento de la jornada laboral en Europa.
e) Políticas neocolonialistas en Europa del Este, en Africa y en América Latina.
En un estudio de la Oficina Internacional del Trabajo de febrero de 2007 se sostiene que la flexibilidad laboral en los nuevos países miembros de la Unión Europea es extrema en ciertos casos, aumentando el costo social de su adhesión.
Alli se dice:
A casi un año de su ingreso a la UE, la evaluación de las condiciones de trabajo en los diez nuevos socios comunitarios muestra que éstas han sufrido un retroceso bajo la presión por ganar competitividad.
Entre las formas de flexibilidad laboral más frecuentes en esos países están los contratos temporales, el aumento del tiempo de trabajo y el recurso a contratos múltiples con el mismo empleado, uno para regular su trabajo habitual, otro que se aplica a sus horas suplementarias, entre otros casos.
Los resultados que se registran a un año de la ampliación de la UE – que se concretó el 1º de mayo de 2004 – indican que los antiguos miembros de la Unión Europea “han sido los que más se han beneficiado” con la entrada de los diez nuevos socios.
El editor del estudio, Daniel Vaughan-Whitehad, declaró: “Han ganado las empresas multinacionales, la mayoría de ellas francesas y alemanas, que se han instalado en varios países de Europa del Este” y que pueden mover sus capitales con mayor facilidad
La Unión Europea ha negociado una serie de acuerdos regionales de asociación económica, llamados EPA por sus siglas en inglés, con países pobres. Entre ellos los convenios de preferencias comerciales recíprocas en el marco del llamado Pacto de Cotonu, entre la UE y el grupo de 77 países que fueron enclaves coloniales europeos en África, el Caribe y el Pacífico (ACP). La UE, en sus propuestas de acuerdos comerciales, exige a los países del Sur que abran sus mercados a las empresas europeas, amenazando así empleos, industrias y servicios públicos en las naciones más pobres.
En cuanto a América Latina y el Caribe, la Declaración Final de la Cumbre social de los pueblos, Enlazando Alternativas realizada en Lima del 13 al 16 de mayo de 2008, decía entre otras cosas:
…rechazamos el proyecto de Acuerdos de Asociación propuesto por la Unión Europea y avalado por diversos gobiernos latinoamericanos y caribeños que solo buscan profundizar y perpetuar el actual sistema de dominación que tanto daño a hecho a nuestros pueblos. La estrategia de la Unión Europea “Europa Global : Competir en el mundo”, supone la profundización de las políticas de competitividad y crecimiento económico que buscan implementar la agenda de sus transnacionales y profundizar las políticas neoliberales, incompatibles con el discurso sobre el cambio climático, la reducción de la pobreza y la cohesión social. A pesar de que se pretende velar su naturaleza incorporando temas de cooperación y diálogo político, la esencia de la propuesta es abrir los mercados de capitales, bienes y servicios, proteger la inversión extranjera y reducir la capacidad del Estado de promover el desarrollo económico y social”.
En conclusión, la Unión Europea es profundamente antisocial (con 20 millones de desocupados y donde las desigualdades no cesan de profundizarse), atlantista y belicista (participación en la guerra del Golfo y en las agresiones contra Yugoslavia, Irak y Afganistán) a las antípodas de lo que tendría que ser: una potencia independiente y pacífica en el concierto mundial, democrática y social y dispuesta a establecer relaciones mutuamente ventajosas y en un pie de igualdad con otras regiones y países.
No es de extrañar entonces que la abstención haya sido ampliamente mayoritaria en todos los países europeos en las elecciones del 7 de junio.
Los pueblos europeos tienen conciencia de que la Unión Europea no representa sus intereses y que los Gobiernos que la integran (de derecha y socialistas) evitan cuidadosamente una verdadera democratización de sus instituciones y un giro hacia políticas sociales. Aunque tratan de reconquistar a la opinión pública con algunas reformas gatopardistas luego de cada rechazo popular en las urnas, cada vez más contundentes.
Las elecciones del 7 de junio fueron una tentativa de legitimar a través del sufragio popular esas orientaciones reaccionarias. Los Partidos Socialistas europeos entraron en el juego (puesto que participan en él compartiendo las instituciones europeas con la derecha mayoritaria). Entre ellos ni siquiera se pusieron de acuerdo para tratar de sacar al ultraliberal Barroso de la Presidencia de la Comisión Europea, cuya continuación en el cargo apoyan los “socialistas” Rodríguez Zapatero de España, Gordon Brown de Gran Bretaña y José Sócrates de Portugal.
Pero lamentablemente también entraron en el juego partidos de izquierda que se proclaman anticapitalistas. Sólo algunos grupos independientes denunciaron la trampa y llamaron a la abstención.
Una vez más los pueblos europeos, mayoritariamente y contra la partidocracia de todos los colores, le negaron legitimidad a la Unión Europea y a sus políticas ultraliberales.
Los representantes de los partidos más votados han hablado con todo cinismo de “victoria” porque han obtenido, por ejemplo en Francia el partido de Sarkozy, el 28% de los votos, es decir el apoyo del 11,2% de los electores potenciales.
Y los ciudadanos que han concurrido a las urnas han preferido mayoritariamente, en materia de política neoliberal, el original, encarnado por los partidos conservadores, que la copia, representada por los partidos socialistas en plena descomposición. Como ha sido el caso en Alemania, Francia, Gran Bretaña y España.
En ese contexto, la izquierda ha obtenido resultados insignificantes, a causa de su incapacidad de ofrecer una verdadera alternativa socialista al capitalismo en crisis profunda.
En Europa hay una verdadera crisis de legitimidad y de representatividad políticas, que dada la disgregación de la socialdemocracia y el fracaso de la izquierda, deja la puerta abierta a giros hacia una mayor derechización y al autoritarismo, como está ocurriendo con el sarkozismo en Francia y también en Italia, donde los fascistas forman parte del partido de Berlusconi en el Gobierno.
O a la instalación de regímenes de extrema derecha, hipótesis que no se puede descartar a la vista de los buenos resultados de los partidos de esa ideología en algunos países como Holanda y Austria., aunque en el marco de una alta tasa de abstención, del orden del 65%.
Fuente: ARGENPRESS
Robert Fisk: Most Arabs know this speech will make little difference
More and more, it looks like the same old melody that Bush’s lads used to sing. We’re not against the Muslim world. In fact, we are positively for it. We want you to have democracy, up to a point. We love Arab “moderates” and we want to reach out to you and be your friends. Sorry about Iraq. And sorry – again, up to a point – about Afghanistan and we do hope that you understand why we’ve got to have a little “surge” in Helmand among all those Muslim villages with their paper-thin walls. And yes, we’ve made mistakes.
Everyone in the world, or so it seems, is waiting to see if this is what Barack Obama sings. I’m not sure, though, that the Arabs are waiting with such enthusiasm as the rest of the world.
I haven’t met an Arab in Egypt – or an Arab in Lebanon, for that matter – who really thinks that Obama’s “outreach” lecture in Cairo on Thursday is going to make much difference.
They watched him dictate to Bibi Netanyahu – no more settlements, two-state solution – and they saw Bibi contemptuously announce, on the day that Mahmoud Abbas, the most colourless leader in the Arab world, went to the White House, that Israel’s colonial project in the West Bank would continue unhindered. So that’s that, then.
And please note that Obama has chosen Egypt for his latest address to the Muslims, a country run by an ageing potentate – Hosni Mubarak is 80 – who uses his secret police like a private army to imprison human rights workers, opposition politicians, anyone in fact who challenges the great man’s rule. At this point, we won’t mention torture. Be sure that this little point is unlikely to get much play in the Obama sermon, just as he surely will not be discussing Saudi Arabia’s orgy of head-chopping when he chats to King Abdullah on Wednesday.
So what’s new, folks? Arabs, I find, have a very shrewd conception of what goes on in Washington – the lobbying, the power politics, the dressing up of false friendship in Rooseveltian language – even if ordinary Americans do not. They are aware that the “new” America of Obama looks suspiciously like the old one of Bush and his lads and ladies. First, Obama addresses Muslims on Al-Arabiya television. Then he addresses Muslims in Istanbul. Now he wants to address Muslims all over again in Cairo.
I suppose Obama could say: “I promise I will not make any decision until I first consult with you and the Jewish side” along with more promises about being a friend of the Arabs. Only that’s exactly what Franklin Roosevelt told King Abdul Aziz on the deck of USS Quincy in 1945, so the Arabs have heard that one before. I guess we’ll hear about terrorism being as much a danger to Arabs as to Israel – another dull Bush theme – and, Obama being a new President, we might also have a “we shall not let you down” theme.
But for what? I suspect that what the Arab world wants to hear – not their leaders, of course, all of whom would like to have a spanking new US air base on their property – is that Obama will take all his soldiers out of Muslim lands and leave them alone (American aid, doctors, teachers, etc, excepted). But for obvious reasons, Obama can’t say that.
He can, and will, surely, try his global-Arab line; that every Arab nation will be involved in the new Middle East peace, a resurrection of the remarkably sane Saudi offer of full Arab recognition of Israel in return for an Israeli return to the 1967 borders in accordance with the UN Security Council Resolution 242. Obama will be clearing this with King Abdullah on Wednesday, no doubt. And everyone will nod sagely and the newspapers of the Arab dictatorships will solemnly tip their hats to the guy and the New York Times will clap vigorously.
And the Israeli government will treat it all with the same amused contempt as Netanyahu treated Obama’s demand to stop building Jewish colonies on Arab land and, back home in Washington, Congress will fulminate and maybe Obama will realise, just like the Arab potentates have realised, that beautiful rhetoric and paradise-promises never, ever, win against reality.
Source: The Independent
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