La Fiscalía de Sevilla ha solicitado una condena de trece años de cárcel para Alejandro Ordaz Moreno, el estudiante mexicano de 29 años acusado de intentar matar a dos policías que supuestamente le confundieron con un delincuente.
En concreto el fiscal pide cuatro años de cárcel por dos delitos de intento de asesinato, cuatro años más por atentado a la autoridad y un año más por tenencia ilícita de armas.
Y pide una indemnización de 16 mil euros para un policía y 15 mil para el otro por las lesiones que el joven les causó y los daños morales.
Unas lesiones que según el parte médico provocaron traumatismo craneoencefálico, esguince cervical y contusiones que tuvieron cinco días hospitalizada y 75 de baja laboral a la mujer policía, y la fractura de un dedo de la mano, distensión cervical y contusión mandibular, por las que estuvo 70 días de baja su compañero.
Fernando Retamar, abogado del joven mexicano, reconoció en entrevista con EL UNIVERSAL que la petición de 13 años, “no es muy elevada teniendo en cuenta que podían haber solicitado mucho más: hasta 30 años, puesto que la acusación es de intento de homicidio”.
Retamar explicó que Alejandro no intentó asesinar a los dos policías, que no les apuntó con el arma y que lo único que hizo fue “intentar defenderse, ya que pensó que estaba siendo víctima de un secuestro exprés, puesto que los policías iban vestidos de paisano, eran las tres de la madrugada y Alejandro había bebido mucho”.
El abogado aseguró que sólo acepta el delito de lesiones, ya que Alejandro sí se pegó con los dos policías “para defenderse”, según sus propias palabras.
Alejandro Ordaz, de 29 años, fue detenido a las tres de la madrugada del pasado 8 de marzo.
Dos policías nacionales que prestaban servicio vestidos de paisano recibieron un aviso para identificar a una persona de determinadas características físicas que estaba acosando a tres mujeres.
Cuando circulaban por una calle del barrio de la Macarena, en Sevilla, los dos agentes se encontraron a Alejandro, cuyas características físicas coincidían con el sospechoso, y le solicitaron que se identificase.
Alejandro pensó que le querían secuestrar y los golpeó. Finalmente y después de una brutal pelea entre los tres, fue detenido y desde entonces está preso en la cárcel de Sevilla.
Tras el escrito de la Fiscalía, ahora falta que la acusación particular: los dos policías, presenten sus escritos, luego la defensa presente el suyo y la Sala decida el comienzo del juicio, que probablemente será antes de Navidad.
Aunque existe la posibilidad de llegar a un pacto. Es decir, que no haya juicio, que la defensa admita los delitos, y que la fiscalía, la acusación particular (los dos policías) y la defensa acuerden condenar a Alejandro a un determinado número de años de prisión.
Y si la pena es menor de seis años, según la legislación española al ser Alejandro mexicano, es decir, perteneciente a un país no miembro de la Unión Europea, se podría conmutar por la expulsión de España y no tendría que seguir en la cárcel.
Sería enviado automáticamente a México.
La otra opción sería ir a juicio “y jugárnosla toda a luchar porque sólo le condenen por un delito de lesiones, que la pena sería de tres años, pero que como no tiene antecedentes penales unido a la buena conducta se podrían ver reducidos”, según Retamar.
Independientemente de cualquiera de las dos opciones, lo que parece claro es que el acusado se arrepiente de todo lo que hizo aquella noche.
Prueba de ello es que ya ha mandado una carta a los dos policías, a través de la Sala, en la que les pide perdón por lo ocurrido, les explica que él es un buen estudiante que se encuentra en Sevilla becado por el CONACYT para realizar un doctorado en energías renovables, que jamás ha sido acusado de nada y que sólo una confusión le llevó a agredirles.
Esa carta unida al pago de la indemnización a los dos policías que Alejandro podría decidir llevar a cabo, sería un atenuante de reparación de daño a la hora de que el juez dicte sentencia.
A ver si un dia no le pasa a los españoles lo mismo que les esta pasando a los griegos por la muerte de un imigrante es inadmisible lo que pasa.No tienen madre
Carlos Olvera:Liberarían a Alejandro, en España
El caso del estudiante universitario Alejandro Ordaz Moreno, detenido en una cárcel de Sevilla, España, desde el 8 de marzo de este año, acusado de golpear a dos policías tras un intento de arresto podría estar próximo a concluir.
Susana Guerra Vallejo, directora de la oficina de atención a Migrantes en el extranjero, informó que el estudiante que aspiraba a doctorarse en materia de energías renovables, por la Universidad de Sevilla, podría ser liberado luego de que se paguen 30 mil euros (más de 568 mil pesos), por daños.
“Lo que hemos visto con la familia es el pago de la reparación del daño que le exige la autoridad local, para que el juez pueda considerarlo para una rápida finalidad del proceso y una presunta deportación”, informó Guerra Vallejo en entrevista el centro de Convenciones de la capital.
La funcionaria adelantó que el gobierno del estado apoyará a la familia del estudiante egresado de la universidad de Guanajuato, con esos recursos y “una vez realizado el pago el abogado nos dirá qué decisión tomó el Juez”, indicó Guerra Vallejo.
Explicó que estas medidas se realizarán en estos días aunque no especificó fecha “no puedo darte el día exacto, pero depende del movimiento financiero pero lo estoy resolviendo en mi oficina mañana o pasado a más tardar ya estaría listo”, detalló.
Sin embargo, al ser interrogada si con este pago quedaría libre, aclaró que “no es tan automático, si es importante hacer el pago de la reparación del daño para que el juez considere –dicho por el propio abogado- que hay como buenas intenciones de que se quiere reparar el daño y pueda darle como fin al proceso, encajonarlo en un delito menor, luego entonces deportarlo y sería un proceso más rápido”, puntualizó.
Cabe señalar que el estudiante salmantino, vivía en Sevilla, España, becado por el Consejo Nacional de Ciencia y tecnología (conacyt) gracias a su buen desempeño académico estudiando un doctorado.
Los hechos que se le imputan se desarrollaron la madrugada del 8 de marzo de este año cuando al regresar de un bar se encontró con dos policías vestidos de civil, que presuntamente lo confundieron con un acosador, mientras él pensó que lo querían secuestrar y se defendió.
http://www.milenio.com/node/134184
Debio haber pedido q se identificaran. Si estos presuntos policias hubieran querido dañarlo lo habrian hecho sin miramiento alguno y nadie se entera, yo presencie esa situacion muchas ocasiones en Madrid. Este joven de verdad es un inepto